La situación parecía sacada de un anuncio: robos a plena luz del día, casas de vacaciones vacías y el miedo como herramienta comercial. Pero esta vez no se trataba de Securitas Direct ni de Prosegur. Según Facua, el guion pertenece a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Facua asegura que la OCU ha comenzado a publicitar alarmas con descuentos agresivos y mensajes alarmistas para captar clientes.
Para Facua, el problema no es solo el tono del mensaje, sino lo que hay detrás. Se sostiene que la OCU recibe comisiones por cada contrato firmado con una multinacional del sector de la seguridad. La entidad afirma que eso vulnera la ley que regula la actividad de las asociaciones de consumidores, algo que lleva denunciando desde hace más de un año.
Facua:Un acuerdo oculto y una denuncia formal

Según documentación a la que ha tenido acceso Facua, existe un convenio firmado entre una empresa vinculada a la OCU y la compañía ADT, una firma estadounidense dedicada a sistemas de seguridad. Facua denuncia que, por cada alarma instalada, la OCU recibiría 100 euros más IVA. El acuerdo, firmado en marzo del año pasado, aparece suscrito por OCU Ediciones Sociedad Limitada, una empresa instrumental con apenas el 10% del capital en manos de la organización española y el 90% en poder de una sociedad belga.
Facua advierte que el entramado es complejo, con sociedades mercantiles ubicadas en Países Bajos y Luxemburgo. También apunta a la pasividad del Ministerio de Consumo, que dirige Pablo Bustinduy, y recuerda que ya en 2022 la organización presentó varias denuncias que quedaron sin respuesta. Asimismo, sostiene que el artículo 27 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores prohíbe expresamente a estas asociaciones realizar comunicaciones comerciales de bienes y servicios. Facua insiste en que lo que aparece en la web de la OCU no es información objetiva, sino publicidad directa con reclamos de descuento.
Promociones, enlaces y un silencio administrativo
Al entrar en la página de la OCU, Facua afirma que el usuario encuentra un escaparate de empresas de todos los sectores, desde telecomunicaciones hasta energía. Facua considera que eso constituye una práctica comercial encubierta y pone como ejemplo la promoción del “40% de descuento durante los primeros 12 meses” para contratar una alarma. Además, alega que es publicidad pura y dura, diseñada para captar clientes y generar ingresos a través de comisiones.
Mientras tanto, el Ministerio guarda silencio. Facua lamenta que, tanto con Alberto Garzón al frente como ahora con Bustinduy, la administración no haya actuado. Se reclama inspección, transparencia y sanciones si corresponde y para la entidad es necesario deslindar la defensa de los consumidores de los intereses comerciales. La credibilidad de este sector depende de que las asociaciones trabajen sin contraprestaciones económicas.
De momento, la pelota está en el tejado del Ministerio. Facua espera una respuesta formal y sostiene que ya no basta con advertir: es hora de vigilar, exigir explicaciones y garantizar que nadie utilice el miedo como estrategia para vender.









