miércoles, 3 diciembre 2025

Nuria Galván (42), abogada de consumidores: “Un solo clic en un enlace bancario falso puede dejarte la cuenta a cero y la hipoteca colgando de un hilo”

La culpa no siempre es del usuario: los tribunales están obligando a los bancos a devolver el dinero si sus sistemas de seguridad fallaron. Ante un mensaje de urgencia del banco, nunca hagas clic en el enlace; contacta directamente con tu oficina para verificar la información.

Imaginar que el pago de tu hipoteca y todos tus ahorros pueden volatilizarse en segundos es una pesadilla que, lamentablemente, se ha vuelto muy real para muchos españoles. Resulta aterrador comprobar cómo una simple distracción con el móvil puede salirnos muy cara, dejándonos en una situación de vulnerabilidad extrema frente a las entidades bancarias. Como bien advierte Nuria Galván (42), experta abogada de consumidores, la sofisticación de los ciberdelincuentes ha llegado a un punto donde nadie está a salvo de ver peligrar su préstamo inmobiliario por un mensaje de texto.

La letrada es tajante al describir la situación con una frase que hiela la sangre: “Un solo clic en un enlace bancario falso puede dejarte la cuenta a cero y la hipoteca colgando de un hilo”. Es alarmante saber que los estafadores actúan con una rapidez que impide cualquier reacción inmediata, utilizando técnicas de ingeniería social que confunden hasta al usuario más precavido. Este tipo de fraude, que combina el phishing con el robo de identidad, no solo busca vaciar tu saldo disponible, sino que compromete seriamente las cuotas mensuales de tu vivienda.

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Todo comienza con una notificación que parece legítima, un SMS o correo que suplanta a tu banco alertando de un problema de seguridad que requiere acción inmediata para no bloquear tu financiación del hogar. Lo cierto es que estos mensajes copian a la perfección la estética corporativa de la entidad, generando una sensación de urgencia que anula nuestro sentido común y nos empuja a actuar sin pensar. Caer en la trampa es cuestión de segundos, y los ciberdelincuentes saben exactamente qué botones psicológicos tocar para que entregues las llaves de tu dinero.

Una vez que el usuario accede al enlace y facilita sus claves, creyendo que está salvando su cuenta, en realidad está abriendo la puerta a un desfalco masivo que pone en riesgo las letras del piso. Según nos explica Nuria Galván (42), abogada de consumidores, el usuario entrega el control total de sus finanzas sin ser consciente de ello, permitiendo que los ladrones operen como si fueran el titular legítimo. En ese instante, los criminales no solo barren el saldo, sino que solicitan préstamos preconcedidos a tu nombre, multiplicando la deuda de forma exponencial.

EL CAOS FINANCIERO TRAS EL CLIC MALDITO

Analizamos el escenario dantesco que se encuentran las víctimas al descubrir el robo y cómo esto afecta directamente a la solvencia de su hipoteca. Fuente: Freepik
Analizamos el escenario dantesco que se encuentran las víctimas al descubrir el robo y cómo esto afecta directamente a la solvencia de su hipoteca. Fuente: Freepik

El despertar es brutal: intentas pagar un café o revisar un recibo y te encuentras con que la cuenta está a cero o, peor aún, en números rojos abismales que amenazan tu carga hipotecaria. Es devastador descubrir que se han realizado transferencias inmediatas a cuentas extranjeras imposibles de rastrear, dejando a la familia sin liquidez para afrontar los gastos más básicos del mes. Nuria Galván insiste en que el impacto inicial es de parálisis absoluta, un shock traumático al ver que el esfuerzo de años de trabajo se ha esfumado por un enlace malicioso.

Pero el problema no acaba con el vaciado de la cuenta corriente; lo más grave suele ser la contratación de créditos rápidos que los estafadores piden a tu nombre y que terminan engrosando tu deuda de la casa indirectamente. Lo terrible es que el banco empieza a reclamarte deudas que tú jamás has solicitado, sumando estos importes a la cuota habitual y creando una bola de nieve financiera imparable. Tal y como relata la abogada Nuria Galván (42), las víctimas se ven atrapadas en un bucle donde deben dinero que les han robado y, a la vez, no tienen con qué pagar su techo.

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La primera reacción de la entidad financiera suele ser lavarse las manos, alegando que fue el cliente quien facilitó las claves y autorizó las operaciones, desentendiéndose del problema de tu préstamo vivienda. Resulta indignante ver cómo el sistema de seguridad del banco traslada toda la culpa a la víctima, calificando su actuación de negligencia grave para evitar devolver los importes sustraídos. Nuria Galván, experta abogada de consumidores, lucha a diario contra estos argumentos, defendiendo que los sistemas de detección de fraude del banco deberían haber saltado ante movimientos tan inusuales.

Demostrar que no hubo negligencia, sino un fraude sofisticado ante el que el banco no ofreció protección, es la clave para recuperar la solvencia y poner a salvo la hipoteca. Es fundamental entender que la justicia está empezando a dar la razón al usuario en muchos casos, obligando a las entidades a restituir el dinero si no pueden probar que el cliente actuó con una falta de diligencia extrema. La frase de Nuria Galván sobre la cuenta a cero resuena aquí con fuerza: recuperar ese dinero es vital para que la hipoteca deje de colgar de un hilo.

LA ANSIEDAD QUE SE INSTALA EN EL SALÓN DE CASA

Exploramos el coste psicológico y familiar que supone vivir con la amenaza constante de perder el hogar por no poder pagar la hipoteca. Fuente: Freepik
Exploramos el coste psicológico y familiar que supone vivir con la amenaza constante de perder el hogar por no poder pagar la hipoteca. Fuente: Freepik

Más allá de los números rojos, el impacto emocional de saberse estafado y vulnerable genera una tensión que se filtra en cada rincón del techo familiar. Es muy doloroso reconocer que la incertidumbre económica provoca rupturas y crisis de ansiedad severas, afectando a la salud mental de quienes se ven, de la noche a la mañana, en la ruina técnica. Como bien señala Nuria Galván (42), abogada de consumidores, sus clientes llegan a la consulta destrozados no solo por el dinero, sino por la culpa y el miedo real a perder su vivienda habitual.

El sentimiento de vergüenza es otro factor que juega en contra de las víctimas, que a menudo tardan en buscar ayuda profesional para solucionar sus pagos pendientes por miedo al juicio social. Es vital comprender que el silencio solo beneficia a los estafadores y a la inacción bancaria, por lo que romper ese tabú es el primer paso para la recuperación. Nuria Galván recuerda constantemente: “Un solo clic en un enlace bancario falso puede dejarte la cuenta a cero”, pero insiste en que la vergüenza no debe paralizarnos a la hora de reclamar nuestros derechos.

ESCUDOS PARA TU CUENTA Y TU TRANQUILIDAD

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La prevención pasa por una desconfianza sistemática ante cualquier comunicación que nos meta prisa o nos pida datos sensibles relacionados con nuestro préstamo. Conviene recordar siempre que tu entidad nunca te pedirá claves completas por SMS o correo, ni te solicitará que entres en un enlace para desbloquear una supuesta incidencia urgente. Siguiendo el consejo de Nuria Galván, ante la mínima duda, lo mejor es colgar, borrar el mensaje y llamar nosotros mismos al número oficial del banco o acudir a la oficina.

Si la desgracia ya ha ocurrido y has hecho ese clic fatal, la rapidez de reacción es lo único que puede minimizar el daño a tu hipoteca y patrimonio. Lo urgente es bloquear todas las tarjetas y cuentas en el mismo instante del error, poner la denuncia en comisaría y contactar con un abogado especializado antes de que el banco cierre el expediente. Como sentencia Nuria Galván (42), abogada de consumidores: “Un solo clic en un enlace bancario falso puede dejarte la cuenta a cero y la hipoteca colgando de un hilo”, pero una reacción rápida y legal puede ser la tijera que corte esa amenaza.


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