martes, 2 diciembre 2025

El hidrógeno verde avanza demasiado lento para ser una alternativa viable en Europa

Para crear un mercado doméstico europeo es crucial los precios se sitúen entre el 2 y 2,5 euros el kilogramo

Esta es la principal conclusión del último informe de PWC e Hydrogen Europe, que indica que Europa está en un proceso de electrificación y des-carbonización de las industrias como el acero y los fertilizantes, donde se necesitan mercados pioneros impulsados por el hidrógeno verde. No obstante, el ritmo en el que se están aplicando las políticas es demasiado lento para que pueda ser viable. 

Las razones están que existe una brecha profunda entre el coste que hay entre la producción con combustibles fósiles y producir con hidrógeno limpio en este tipo de industrias estratégicas en Europa, a pesar de que puedan reducir las emisiones. Por ello, lo que propone el informe es la creación de mercados obligatorios y de demanda estable, viables y segura en sectores como el acero y fertilizantes, basados en el hidrógeno verde.

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En el caso del acero, sólo mediante la tecnología de hidrógeno verde se podrían reducir sus emisiones en hasta un 95%, a diferencia de otros modelos como la captura de carbono, que no ofrecen tantas reducciones además de que no dependen de energías renovables. 

Por lo que para cumplir los requerimientos de la reducción de emisiones de la Unión Europea hacia 2035-2040 se requiere de cerca de 40 millones de toneladas de acero limpio en 2035, que equivaldría al uso de hasta 2,3 millones de toneladas de hidrógeno verde al año. Es decir, que el acero no solo se convierte en el principal demandante de esta fuente de energía, sino que es el sector que más repercute en cumplir los objetivos climáticos europeos

Mientras que en el caso de los fertilizantes sostenibles, sería necesario aproximadamente 1 millón de toneladas de hidrógeno verde al año para cumplir con su aportación climática. Con la combinación de estos elementos el informe apunta a que se podría crear un mercado preferente que impulsa al menos un 20% de la demanda de hidrógeno verde. Es decir, se establecería una base sólida para el uso de esta energía en sectores contaminantes e intensivos como el acero y los fertilizantes. Pero el gran problema del hidrógeno limpio es el precio, que tradicionalmente es muy elevado para una implementación práctica en la industria.

El dilema del precio del hidrógeno verde 

Para que se pueda generar un mercado sólido en torno a esta fuente de energía es crucial que los precios bajen y que se sitúen al menos entre el 2 y 2,5 euros el kilogramo. Una situación que podría dar pie a la adopción masiva sin intervencionismo ni subsidios.

Pero, como la situación actual dista mucho de la de esos precios, PWC propone varios modelos para garantizar la creación de un mercado doméstico de esta energía para añadir al pool de renovables europeo. 

Para ello, el informe plantea la implementación de una cuota para productores donde una parte del acero o amoníaco utilizado en Europa cumpla criterios de bajas emisiones basados en el uso del hidrógeno verde. Y para fomentar un mercado competitivo en torno a esta energía se haría uso de los CfD o contratos públicos, que garantiza un precio mínimo para producir acero o fertilizantes limpios. Esto significa que los estados pagarían la diferencia de un hidrógeno verde caro, recaudando, a cambio, una pequeña tasa sobre productos con impacto mínimo para los consumidores de entre el 0,001% y el 0,12%

En definitiva, el informe apunta a que el hidrógeno verde puede ser la clave para cumplir los estándares climáticos europeos, pero que debido a su alto coste y a unas políticas europeas lentas, es un tipo de energía que carece del interés del mercado.


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