La mañana de este domingo ha dejado una de las publicaciones más dolorosas que Laura Matamoros ha compartido en mucho tiempo, un mensaje cargado de emoción en el que la influencer confirma la muerte de una persona fundamental en su vida y que ha marcado de forma profunda su historia personal. “Mi amor, ya en paz”, comienza diciendo en esa despedida pública que ha difundido ante sus más de 990.000 seguidores, tratando de encontrar consuelo en medio de un golpe emocional que, como ella misma admite, ha dejado su alma completamente rota. La pérdida de esta amiga cercana ha supuesto un mazazo para la hija de Kiko Matamoros, que se ha desnudado emocionalmente en un texto donde se mezclan la aceptación, la tristeza y la necesidad de aferrarse a los recuerdos compartidos, reconociendo que el dolor se vuelve más llevadero cuando se piensa en todo lo que vivieron juntas.
1El mensaje de Laura Matamoros
En su mensaje, Laura recalca que su relación venía de lejos y estaba construida sobre años de complicidad, viajes y vivencias que dejaron huella, algo que queda reflejado en frases como “Sevilla nos unió y Londres nos hizo mejor”, palabras que no solo revelan la profundidad de su amistad, sino también el recorrido vital que ambas habían compartido en diferentes etapas y ciudades. A través de ese texto, la influencer reconoce que la enfermedad que ha terminado con la vida de su amiga no fue un problema repentino, sino una batalla larga y dura, un proceso en el que ella estuvo presente y que ha terminado por desgarrarla emocionalmente: “Mi alma está rota, no puedo soportar lo injusta que ha sido esta enfermedad conmigo”, escribe sin concretar el diagnóstico, pero dejando claro que el desenlace era temido desde hacía tiempo. Ese reconocimiento sincero, que nace desde una mezcla de impotencia y amor, evidencia el sufrimiento acumulado y la sensación de injusticia que ahora la acompaña.
Esta despedida, que ha impactado profundamente a sus seguidores, no se ha limitado solo al recuerdo y al dolor, sino que también ha estado marcada por una mirada tierna hacia el futuro, un intento de encontrar un rayo de esperanza en medio de la tragedia. “Nos vamos a encontrar y volver a reír, bailar y contar todos los chismorreos de la vida”, le promete Laura a su amiga, demostrando que la conexión que las unía trasciende lo físico y se mantiene viva en el recuerdo. Con esa frase cierra una carta cargada de simbolismo que termina con una declaración contundente: “Te quiero a rabiar, joder”, un adiós íntimo que deja traslucir la crudeza de una pérdida que difícilmente podrá olvidar. La influencer subraya que sus ojos “siguen brillando allá donde estés”, un consuelo que le permite imaginar que, pese al dolor, su amiga se marcha en paz y acompañada por el cariño que deja atrás.







