lunes, 1 diciembre 2025

Franco Pisso, abogado y experto en comunicación no verbal: “Cuando estamos ansiosos vemos todo oscuro; ordenar la información trae luz”

Franco Pisso advierte que la ansiedad oscurece el rendimiento y propone ordenar la información mediante imágenes mentales para recuperar claridad. Su método, el “palacio discursivo”, ayuda a los estudiantes a enfocarse, recordar mejor y rendir con seguridad.

En tiempos donde la información rebalsa por todos los rincones de internet, cientos de estudiantes se sienten perdidos entre técnicas, consejos y videos que prometen fórmulas mágicas para aprobar. En ese escenario, Franco Pisso aparece como un faro que devuelve claridad, sobre todo cuando la ansiedad nubla cada intento de estudio.

Profesor de oratoria jurídica y formador universitario, Pisso conoce de cerca el desconcierto de quienes deben preparar un examen oral. Y lo explica sin rodeos: no es falta de capacidad, sino un exceso de información que, mal ordenada, termina por desbordar.

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Un método para encontrar luz en medio del desorden

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A diario, el abogado escucha a estudiantes que no saben por dónde empezar. Unos recopilan resúmenes, otros anotan en tarjetas, algunos siguen neurocientíficos y otros buscan respuestas en plataformas digitales. El resultado es siempre el mismo: demasiada información y poca claridad. Para Pisso, la clave está en elegir un solo camino y sostenerlo. “El aprendedor crónico no termina haciendo nada”, repite.

Desde su experiencia, propone una herramienta simple y visual: el “palacio discursivo”. Se trata de un sistema que combina técnicas de memoria con una estructura espacial que permite ubicar cada fragmento de información en un lugar concreto y fácil de recordar. El estudiante imagina un edificio —su universidad, un club, un shopping— y lo recorre cuarto por cuarto. Cada sala representa una unidad; cada pared, un concepto; cada rincón, un dato esencial.

Este ejercicio, explica, transforma la información en imágenes vivas capaces de resistir la ansiedad del examen. Cuando los nervios aparecen, la mente vuelve a ese lugar imaginado y recupera con rapidez el contenido estudiado. “Un profesor adora la claridad”, dice. Y esa claridad nace de un orden mental que no se improvisa.

La ansiedad, el enemigo silencioso de la información

La ansiedad, el enemigo silencioso de la información
Fuente: agencias

Franco Pisso insiste en que el principal obstáculo no es estudiar, sino presentarse a rendir con la cabeza desbordada. Cuando la ansiedad domina, la información se vuelve inaccesible: todo parece oscuro, la mente se bloquea y el estudiante siente que no recuerda nada. El palacio discursivo, asegura, funciona como un mapa interno que permite avanzar aun cuando el cuerpo tiemble o el corazón se acelere.

Su propuesta no promete milagros ni elimina los nervios, pero sí enseña a controlarlos. Para él, ordenar la información es también ordenar la emoción, porque la mente se estabiliza cuando sabe dónde buscar. Por eso invita a elegir una sola metodología, probarla con un examen real y recién después evaluar si funcionó. “El estudio es un esfuerzo”, enfatiza. “Sin incomodidad no hay crecimiento”.

El especialista también alerta sobre la trampa de la comparación. Rendir “bien” es un concepto abstracto, por lo que solo vale medirse contra uno mismo. ¿Hubo mejora? ¿La información fluyó con más naturalidad? ¿La ansiedad cedió? Esas son las preguntas que, según él, realmente importan. Al final, Pisso vuelve al punto central: dejar de perseguir técnicas perfectas y adoptar una sola. “Ordenar la información trae luz”, afirma. Y para quienes sienten que se pierden en un mar de estímulos, su consejo se vuelve un faro indispensable.


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