El ambiente alrededor de Anabel Pantoja vuelve a estar caldeado y, esta vez, no tiene nada que ver ni con los platós ni con los focos, sino con algo muchísimo más delicado: el primer cumpleaños de su hija Alma, un día que debía haber sido un recuerdo luminoso y familiar y que ha terminado convertido en el origen de una auténtica tormenta interna. La sobrinísima, que viene de una semana especialmente tensa tras quedar en segundo lugar en Bailando con las estrellas y después de protagonizar un duro choque con la jueza Julia Gómez por el vestuario elegido para su actuación, se enfrenta ahora a un problema mucho más doloroso, uno que afecta a su intimidad y a la tranquilidad de su pequeña. Según su entorno, está profundamente indignada porque alguien de su círculo, alguien que ella creía de plena confianza, ha filtrado información privada sobre lo ocurrido durante la celebración, generando un malestar que ha arruinado por completo la magia que rodeaba el cumpleaños.
2Anabel Pantoja está saliendo adelante
Este equilibrio frágil, que Anabel ha intentado cuidar con muchísimo esfuerzo, se ha visto sacudido por la filtración. Que alguien haya puesto voz, y además de manera exagerada, a conversaciones privadas ha sido un golpe durísimo para la exconcursante de Supervivientes, que asegura estar harta de que todo se airee sin su consentimiento. En su entorno confirman que tanto ella como David han decidido cerrar filas y establecer un control aún mayor sobre quién accede a su intimidad, una medida que refleja cómo la confianza se ha resentido incluso entre personas que forman parte de su día a día. La sombra de la duda planea sobre varias amistades cercanas e incluso, según algunas voces, sobre su prima Isa Pantoja, quien acudió al cumpleaños junto a Asraf Beno tras su polémica entrevista en Telecinco. Aunque nadie quiere señalar directamente, el malestar es tan grande que Anabel ya está “tirando del hilo”, decidida a saber quién ha vulnerado un límite tan esencial para ella.
La influencer insiste en que su relación con David atraviesa un buen momento y que ambos han logrado un equilibrio real como pareja después de meses complicados, un dato que desmiente cualquier teoría de ruptura o distanciamiento afectivo. Por eso, ver cómo se distorsionan los hechos para alimentar rumores ha sido especialmente doloroso. Anabel vive un periodo en el que solo desea paz, estabilidad y poder disfrutar de su maternidad con normalidad, lejos de polémicas y de terceras voces que intentan dinamitar los cimientos de su intimidad. El cumpleaños de Alma estaba llamado a ser un día inolvidable por todas las razones correctas, un paso simbólico en la vida de la pequeña y un motivo de alegría para la familia. Sin embargo, la sombra de esta filtración lo ha empañado inesperadamente y ha devuelto a Anabel a una realidad que conoce de sobra: cuanto más intenta proteger su círculo, más difícil resulta mantenerlo impermeable. Aun así, tiene claro que no pensará detenerse hasta descubrir quién ha convertido una celebración familiar en un problema de dimensiones mediáticas que jamás debió existir.
