viernes, 28 noviembre 2025

Goiko se reinventa: apuesta por la venta callejera para levantar el negocio

Goiko cambió su actividad económica recientemente.
Ese cambio le permitirá vender a través de foodtrucks y puestos de mercadillo.
Es un cambio radical respecto de su estrategia inicial, impulsado por sus problemas económicos.

Goiko ha decidido dar un giro radical en su estrategia de crecimiento para intentar mejorar sus cifras. Hasta hace poco, la compañía confiaba en dos puntos clave para alcanzar una facturación de 250 millones en los próximos años: el primero era seguir abriendo restaurantes en España —ya fuera en gestión propia o a través de alianzas—; el segundo, expandirse a otros mercados internacionales, principalmente Francia y Portugal. No obstante, recientemente ha optado por un tercer camino: apostar por la venta ambulante mediante puestos callejeros y foodtrucks.

Para ello, la semana pasada ejecutó una transformación societaria que le permitirá arrancar con esta nueva línea de negocio. En concreto, la firma cambió su CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas) de la 5611, que corresponde a “restaurantes”, a la 5610, una categoría que también incluye “puestos de comida”. Aunque pueda parecer un ajuste menor, en realidad tiene relevancia, ya que amplía su actividad comercial a las calles.

Publicidad

A grandes rasgos, la clase CNAE 5611 que tenía antes no le permitía, por ejemplo, explotar coches-restaurante, prestar servicios de catering móvil o realizar actividades de catering para eventos. Con su inscripción en la 5610, a partir de ahora Goiko podrá añadir a su catálogo operaciones como carritos ambulantes de comida o la preparación de platos en puestos de mercadillo, entre otras. En definitiva, la compañía ha adaptado su estructura societaria para impulsar su nueva apuesta por la venta ambulante.

Goiko, obligada a una nueva estrategia

La decisión de ampliar sus actividades de venta a las calles, ya sea mediante puestos fijos o foodtrucks, era casi una obligación por diferentes motivos. El primero es que la compañía llevaba años con dificultades para relanzar sus ventas. De hecho, en 2024 la facturación del grupo fue similar a la del ejercicio anterior, pese a haber inaugurado hasta siete nuevos restaurantes en España. Unas dificultades que el propio Alejandro Hermo, consejero delegado de Goiko, reconoció.

El segundo punto es que, sin un crecimiento notable de las ventas, la apertura de restaurantes presiona demasiado los márgenes y los beneficios de la firma. Especialmente porque aumenta el coste del inmovilizado, dispara las amortizaciones —que reducen los beneficios— y exige fuertes inversiones tanto para nuevas aperturas como para reformas. En concreto, las amortizaciones del inmovilizado crecieron un 37%, mientras que el flujo de caja consumido por las inversiones superó al de explotación al sumar los ejercicios 2022 y 2023.

El resultado es que las cifras operativas de la compañía se deterioraron notablemente. Entre 2021 y 2023, el resultado de explotación cayó casi un 69%. El fondo de maniobra también reflejó números rojos superiores a 17 millones en ese último año. Y los beneficios de su sociedad operativa, Goiko Gourmet, fueron negativos tanto en 2022 como en 2023. Además, la firma confirmó a principios de año que las inauguraciones previstas para 2025 serían inferiores a lo inicialmente planificado.

Goiko se sube a la ‘nueva ola callejera’ de las hamburguesas

Otro factor que refuerza la estrategia de Goiko es la explosión del negocio callejero en el sector de las hamburguesas. Estos días se celebra en Leganés la final de The Champion Burguer un certamen que ya lleva varias ediciones recorriendo España con cifras más que relevantes: solo en 2025, cuatro millones de visitantes, una facturación superior a los 50 millones de euros y la participación de más de 300 hamburgueserías. En Barcelona llegará próximamente el European Burger Award, el evento más importante de Europa, con una treintena de propuestas compitiendo por el título a la mejor hamburguesa del continente.

Ambos eventos, entre muchos otros, no solo representan una importante inyección económica para los participantes —con una inversión muy inferior a la de un restaurante tradicional—, sino también un gran impulso publicitario para quienes logran llegar a la final, y aún más para los ganadores. Obviamente, estos factores son clave para cualquier marca del sector, y de ahí que el nuevo enfoque de Goiko pase por esta vía de expansión callejera. Más aún si, como sostiene la compañía, quiere disparar su facturación en los próximos años.

En definitiva, la nueva línea de negocio que ha abierto Goiko al adentrarse en la venta ambulante, además de potencialmente rentable si se ejecuta bien, no es incompatible con sus planes de seguir creciendo en locales tanto en España como en Europa. Más bien, puede convertirse en un refuerzo publicitario para una compañía que en los últimos años ha atravesado un periodo de desaceleración. Ahora bien, la gran pregunta es: ¿sabrá Goiko adaptarse a este nuevo modelo de negocio y a sus exigentes reglas?


Publicidad