Telecinco vive uno de los momentos más delicados de su historia reciente. La profunda crisis que arrastra no solo no remite, sino que este otoño se ha agravado con el auge de La 1 y el fracaso de ‘Gran Hermano 20’, que aspiraba a salvar los muebles de la cadena.
Pese a ello, la cúpula de Mediaset España continúa sin dar pasos decididos en la dirección que muchos observadores del sector consideran imprescindible: una renovación real del talento creativo y de la estrategia de programación.
Tras dos décadas marcadas por la gestión hiperactiva —y polémica— de Vasile, su sucesor Alessandro Salem ha optado por una línea más conservadora e inmovilista. La cerrada apuesta por los realities de Banijay y los magazines producidos por Unicorn Content, empresa presidida por Ana Rosa Quintana, no ha generado los resultados que se esperaban.
Unicorn es competitiva entre las nueve de la mañana y la una de la tarde, su franja natural, pero el rendimiento fuera de ese tramo ha sido irregular. Aun así, Mediaset parece seguir confiando en este modelo de programación sin plantearse alternativas de riesgo o ruptura.
Paradójicamente, Mediaset España resiste gracias al oligopolio en el que opera, a la mejora de Cuatro y la solidez de una amplia gama de canales temáticos, cuya suma amortigua el batacazo del canal principal. También ayuda la política de estricta austeridad pilotada por Massimo Musolino, Consejero Delegado de Gestión y Operaciones, que ha contenido el gasto de manera férrea.
Pero este sostén financiero no ha evitado la pérdida de relevancia en un panorama audiovisual donde La 1 ha recuperado músculo, Antena 3 mantiene el liderazgo con una estrategia bien definida y las plataformas continúan fragmentando a la audiencia. En medio de este escenario, el nuevo director de Contenidos, Alberto Carullo, ha comenzado a tomar decisiones.
La renovación de ‘El diario de Jorge’ es un premio al trabajo y presentador y a los brotes verdes que genera el formato. Sin embargo, sus planes para reforzar la parrilla han sorprendido a parte del sector: Carullo quiere resucitar ‘El precio justo’ —que ya fue un fracaso en 2021— y recuperar ‘Camera Café’ como alternativa a ‘El Hormiguero’ y ‘La Revuelta’.
BRONCANO Y CORNEJO
A todo ello se suma un hecho llamativo: Mediaset sigue sin apostar por La Fábrica de la Tele y sus herederos creativos, pese al reconocimiento de estos en RTVE. Las heridas del final de ‘Sálvame’ y la relación rota con sus responsables siguen pesando en la toma de decisiones del grupo. El caso más visible es el de David Broncano.

El presentador, que termina contrato en RTVE en siete meses, fue tentado por Mediaset en 2018 y 2023. Sin embargo, ahora no parece existir ningún movimiento para acercarse a él o a su equipo creativo, formado por Jorge Ponce y Ricardo Castella, con Mediapro como socio técnico.
Su identificación con el actual presidente de RTVE, José Pablo López, y su éxito con ‘La Revuelta’ parecen haberlos convertido en un «territorio prohibido» para Mediaset, pese a que podrían aportar justo lo que Telecinco necesita: frescura y una marca joven reconocible. Algo similar ocurre con el dúo Óscar Cornejo y Adrián Madrid, creadores de Sálvame y responsables de formatos que, para bien o para mal, marcaron la identidad de Telecinco durante más de una década.
Sus nuevos proyectos —como ‘Directo al grano’ o la mencionada ‘La Revuelta’— podrían reforzar franjas que hoy son auténticos agujeros de audiencia, especialmente el access y las tardes. Pero en Mediaset nadie parece dispuesto a tender la mano.
PARRILLA
En el horizonte cercano, varios programas de Telecinco podrían tener su continuidad comprometida. ‘El tiempo justo’ —que no ha logrado consolidarse en la sobremesa con Joaquín Prat— vuelve a estar en entredicho. ‘¡Vaya fama!’ no convence en los mediodías del fin de semana y su tendencia es descendente.
‘Agárrate como puedas’ tampoco ha conseguido mejorar los números de Reacción en cadena, perdiendo a diario con rotundidad frente a ‘Pasapalabra’. En la mañana, ‘La mirada crítica’, con Ana Terradillos, compite con dificultad. Y ‘Vamos a ver’ continúa lejos de los datos de Antena 3 y La 1.
Mientras La 1 encadena éxitos con apuestas diversas —desde el entretenimiento al directo informativo y la ficción—, Telecinco sigue atrapada entre decisiones conservadoras, viejas rencillas y el miedo a dar un giro real hacia nuevos creadores y nuevas formas de entender la televisión.
El mercado ha cambiado, la audiencia también. Y sin arriesgar, Telecinco corre el peligro de seguir cayendo mes a mes. La negativa de Mediaset a cortejar a Broncano, Cornejo y otros creadores capaces de revitalizar su parrilla no solo parece una estrategia discutible: podría convertirse en el mayor error de la cadena en un momento en el que necesita más que nunca reinventarse.








