Esta es la novedad de Iberdrola, que busca expandir su presencia internacional, comprando el 12,6% restante de Neoenergia, su filial en Brasil, con el objetivo de tomar el control total y excluirla de bolsa. Una acción que no es casual ya que, se produce después de la compra del 30,29% a Previ (el antiguo mayor accionista minoritario de Neoenergía) en octubre de 2025, mediante la cual Iberdrola elevó su participación hasta el 83,8%.
Según apuntan los analistas es la culminación de un proceso planificado, donde Iberdrola apuesta por Brasil como uno de sus mercados prioritarios gracias a su estabilidad regulatoria, potencial de crecimiento y peso en redes eléctricas.
Tras conocer esta noticia, instituciones financieras como RBC han analizado el impacto de este movimiento por parte de la energética. En este sentido el banco canadiense, en su informe encabezado por Fernando García, apunta a que el importe de la compra total de Neoenergía, es igual al pagado en la adquisición previa a Previ a 32,5 millones de reales por acción (6.395 millones en total).
Este elemento es clave, según el artículo, ya que evita primas excesivas; refuerza la percepción de la acción como infravalorada por el mercado brasileño, ya que Iberdrola ve más potencial en Neoenergia del que el mercado reconoce; y garantiza un trato equitativo entre diferentes accionistas.
En resumen, el banco apunta a que Iberdrola pretende simplificar la estructura societaria, ya que el control total de Neoenergía permite un gobierno corporativo homogéneo, al igual que un incremento en la velocidad de toma de decisiones. Además de la flexibilidad operativa y el ahorro de costes.
La importancia del mercado brasileño para Iberdrola
El informe destaca la importancia del marco regulatorio brasileño, ya que a diferencia de otros países como España, este no está expuesto a tantos cambios y por lo tanto, Brasil ofrece condiciones más previsibles en su negocio regulado de redes. Es decir, con esta apuesta por el mercado del país latinoamericano Iberdrola está diversificando su riesgo en entornos de redes, que -como en el caso de Brasil- ofrece mucha estabilidad.
A esta situación, se le añade el interés que tiene la compañía por expandirse en Brasil ya que es un país que demanda un crecimiento en infraestructura de red, donde justo la energética es la mayor empresa del mercado que puede dar pie a este desarrollo. De hecho, de completarse este proceso RBC estima que su beneficio por acción (EPS) aumentaría a más de un 1%. No obstante también contempla los riesgos normativos que podrían dificultar este proceso.
En este caso, el banco apunta que Iberdrola al tener 83,8% para que tenga éxito la OPA, tendrían que acudir a la oferta la mayoría de minoritarios. En este aspecto RBC contempla dos posibilidades: Si Iberdrola llega al 90% de las acciones, puede forzar a la empresa a deslistarse (es decir salir de bolsa) según la ley brasileña; mientras que para el mejor escenario posible, como es el squeeze out (obligar a los accionistas a vender su parte de la empresa al mayor propietario), necesitaria Iberdrola tener el 95% de las acciones, quedándose con el 100% del capital de la empresa.
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Es en este último escenario donde se cumplen los objetivos marcados por Iberdrola: quedarse con el total de la empresa y sacarla de bolsa. RBC apunta a un plazo aproximado de seis meses para completar todos los trámites.
Por lo que -a pesar de que el banco lo vea como una operación positiva- su recomendación hacia Iberdrola se mantiene en Mantener, debido a una serie de riesgos propios del sector energético más allá del contexto brasileño como:
- La caída de precios mayoristas en España, por la entrada masiva de renovables.
- Rendimiento empeorado en redes por decisiones regulatorias.
- Rentabilidad decreciente en proyectos renovables por aumento de costes.
En definitiva, la noticia de que Iberdrola ha lanzado una OPA para la adquisición del total de toda su filial en Brasil, ha generado reacción entre los analistas financieros, los cuales ven con buenos ojos esta operación, ya que la consideran una decisión coherente con la estrategia de Iberdrola en la diversificación de riesgos en países extranjeros.








