Esta es la principal conclusión a la que ha llegado el último informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), que apunta a que la inversión mundial en transición energética llegó en 2024 a 2,4 billones de dólares, lo que supone un aumento del 20% con respecto a los niveles medios anuales de 2022 y 2023. No obstante, el informe apunta a que estos niveles siguen estando muy por debajo de lo necesario para alcanzar el escenario de 1,5 °C a nivel mundial.
Las energías renovables han representado en este último año un tercio de toda la inversión global representando 807.000 millones de dólares. En este terreno, la energía solar es la que más en línea con los objetivos de inversión necesarios para el escenario global del 1,5º, gracias a la alta proliferación y al descenso de los costes. No obstante, el informe apunta a que este dato sería en general, ya que otras tecnologías derivadas de la solar como: CSP (termosolar), geotermia, marina y bioenergía están muy por debajo y necesitan saltos de inversión enormes.
En cuanto a la energía eólica, la onshore (terrestre) tendría que crecer tres veces el valor de 2024, mientras que la offshore (marina) necesitaría aumentar sus inversiones 8 veces a lo que se destinó para su desarrollo el año pasado. En este caso, los principales retos a los que se enfrenta esta energía, es la larga tramitación y permisos necesarios para completar sus proyectos.
El crecimiento en renovables se están desacelerando
El informe resume que la inversión de las renovables ha tenido mucho empuje en los años pasados respecto a los datos de 2024, alertando de una desaceleración en el ritmo en el que se realizan estas inversiones. En este sentido, apunta a que las inversiones anuales aumentaron un 7,3 % en 2024, en comparación con el 32 % del año anterior.
IRENA destaca que las redes mundiales tienen un problema general: los cuellos de botella. En este sentido indica que, hay pendientes a nivel mundial más de 1.650 GW esperando conexión, un fenómeno que dificulta la rentabilidad y la instalación de más plantas. Además el informe indica que, a pesar de que la inversión aumentó en 2024 un 24% respecto al año anterior, con un valor de 359 billones de dólares, para los años 2025-2030 será necesario duplicar el ritmo actual de inversión anual para llegar a los objetivos climáticos mundiales.
Por otro lado, el informe alerta de una tendencia marcada en el negocio de baterías y almacenamiento: la concentración de estos negocios en países como China. En este caso, el gigante asiático ha reportado tener un valor de desarrollo de este negocio a nivel mundial de un 84%, mientras que en la inversión representó el 73% que se realizó a nivel mundial. En este aspecto IRENA señala que la concentración de este negocio en China puede suponer riesgos estratégicos y geopolíticos para el desarrollo de este sector a nivel global.
A modo de conclusión, el informe revela que la mayor parte de la inversión en renovables se realiza mediante deuda y capital a tipo de mercado, donde las subvenciones representan menos del 1%. Por lo tanto, apunta a que existe “una necesidad urgente de movilizar inversiones, en particular capital con impacto, como deuda a bajo coste y subvenciones, para mantener el impulso de la transición energética y evitar al mismo tiempo agravar la carga de la deuda.”
En definitiva, la Agencia Internacional de Energías Renovables apunta a que el panorama internacional está concienciado con la necesidad de invertir en energías verdes, pero señala que es necesario aumentar la velocidad en la que se realizan estas inversiones para llegar a los objetivos climáticos estipulados en 2030. Por ello propone como recomendaciones:
- Desbloquear redes: Acelerando los permisos y financiando la capacidad de transmisión y distribución, donde se tiene que priorizar proyectos que reduzcan cuellos de botella en la conexión de renovables.
- Diversificar y asegurar cadenas de suministro: A través de la inversión de manufactura fuera de los países dominantes como China, debido a su alta concentración especialmente en el negocio de baterías y minerales estratégicos (coltan, tierras raras, etc…). También el informe señala que, sería necesario la implantación de acuerdos comerciales para evitar fricciones como los aranceles.
- Apoyo de fuentes de energía alternativas como el hidrógeno verde: Mediante políticas que impulsen la demanda con PPA´s (contratos a largo plazo), reduciendo los riesgos de invertir en una tecnología nueva.








