La tensión acumulada desde que Andy y Lucas anunciaran su separación como dúo musical ha desembocado en un cruce de declaraciones que amenaza con eclipsar dos décadas de amistad, carretera y éxitos compartidos. Durante semanas, las especulaciones sobre una ruptura traumática se han disparado, alimentadas por testimonios indirectos, versiones incompletas y un clima de reproches que parecía imposible de reconducir. En medio de esa tormenta mediática, ha surgido una teoría especialmente dañina: la supuesta pelea física entre ambos cantantes, un episodio que muchos han señalado como el detonante definitivo del final del grupo. Ahora, tras un silencio que aumentaba la presión a su alrededor, Lucas González ha hablado alto, claro y con un evidente pesar para explicar, desde su propia voz, qué ocurrió realmente y cómo es su relación actual con Andy. Lo ha hecho en una charla telefónica de 22 minutos para D Corazón, donde el cantante se ha mostrado más vulnerable que nunca y ha querido frenar en seco las especulaciones que han intensificado una brecha que él insiste en que todavía puede cerrarse si ambos logran desactivar el ruido exterior. Para Lucas, nada de lo que ocurre se entiende sin tener en cuenta el cariño que asegura seguir sintiendo por quien durante tantos años fue “como un hermano”.
1Lucas ha roto su silencio
En sus primeras palabras, Lucas no esquivó la cuestión crucial que lleva sobrevolando el futuro del dúo desde que anunciaron su disolución. “Hemos discutido, pero pelearnos… nunca en la vida”, afirmó con firmeza, recalcando que, pese a los desencuentros que han vivido en los últimos meses, jamás se produjo un enfrentamiento físico como se ha sugerido. El cantante se mostró visiblemente afectado por lo que considera una distorsión deliberada de la realidad, alimentada —según él— por personas que están “mal asesorando” a Andy en un momento especialmente delicado. “Me duele mucho todo esto que está sucediendo”, confesó, subrayando la mezcla de tristeza, impotencia y desconcierto que le provoca ver cómo una relación que siempre definió como fraternal ha quedado expuesta a un debate mediático que no controla y que, en gran parte, siente que no refleja la verdad. Insistió una y otra vez en que no quiere que su historia con Andy acabe en los tribunales, dejando claro que su prioridad no es ganar una disputa pública sino “construir y no destruir”, una frase que da cuenta del estado emocional con el que afronta esta etapa de separación profesional.
La conversación telefónica permitió comprender mejor el trasfondo de esta crisis que lleva semanas ocupando titulares. Lucas recordó que, aunque él y Andy han atravesado momentos de desgaste profesional, la base afectiva que han compartido durante años continúa intacta. “Yo sé que él también me quiere mucho”, dijo con una mezcla de firmeza y melancolía, reivindicando que el vínculo entre ambos no se rompe de un día para otro ni por una discusión. El cantante también dejó claro que las supuestas demandas que habría interpuesto contra Andy —rumor que había cobrado fuerza en los últimos días— no existen. Ni ha iniciado una acción legal, ni tiene intención de hacerlo, ni hay 150.000 euros en juego, como se había sugerido. La aclaración llegó en un momento especialmente oportuno, ya que las insinuaciones sobre un litigio entre ambos estaban alimentando la idea de una ruptura irreparable. La intervención de Jorge Borrajo, presente en D Corazón, reforzó este punto al señalar que por primera vez Lucas confirmaba que no hay ninguna demanda, desmontando una de las teorías más repetidas en el círculo mediático.








