El verdadero motivo por el que Susanna Griso mantiene una relación directa con el rey Juan Carlos I ha vuelto a colocarse en el centro del debate público en un momento especialmente simbólico para la Casa Real. La inminente llegada del emérito a España, prevista para las próximas horas, ha reactivado el interés por su vida privada, por su círculo más cercano y por las personas que, a lo largo de los últimos años, han cultivado un trato fluido con él. Entre ellas destaca la presentadora de ‘Espejo Público’, cuya conexión con la familia del rey Juan Carlos no solo es conocida dentro del ámbito de la televisión, sino que también ha sido explicada por ella misma en varias ocasiones. Lo que ahora vuelve a recordarse es el origen exacto de ese vínculo, un origen que no nació en los platós ni en las noticias, sino en una relación personal muy concreta que ha perdurado a lo largo del tiempo y que define por qué la periodista ha tenido acceso a información privilegiada en momentos especialmente delicados para la institución.
1El regreso del rey Juan Carlos
El regreso de Juan Carlos I a España coincide con la publicación de sus memorias y con la celebración privada del 50 aniversario de la restauración de la monarquía, un acto que tiene un marcado carácter familiar y del que, a pesar de su importancia histórica, el emérito no formará parte en su versión oficial. Lo hará, sin embargo, en el encuentro privado, un escenario que vuelve a reunir a distintos miembros de la familia y que podría dejar imágenes que, según algunos analistas, marcarán un antes y un después en la percepción pública de la relación entre el rey Felipe VI y su padre. Mientras algunos expertos consideran improbable que se produzca una fotografía conjunta, Susanna Griso defiende públicamente lo contrario y asegura que la voluntad del actual monarca de “resarcir” a su padre podría traducirse en una instantánea largamente esperada. La periodista sostiene que podría existir ese gesto simbólico que tantos interpretan como una forma de reconocimiento, especialmente después de las quejas del emérito sobre su exclusión de la agenda oficial.
La posición de Griso en este asunto no sorprende, sobre todo teniendo en cuenta que la presentadora ha mantenido durante años un contacto directo con Juan Carlos I. Esa cercanía no procede únicamente de su trabajo mediático ni de su posición como comunicadora, sino de un nexo personal profundamente arraigado. El punto clave es la figura de María Zurita, sobrina del emérito e íntima amiga de Susanna Griso desde hace años. Es precisamente esta amistad la que explica por qué la presentadora ha tenido acceso a conversaciones privadas, a encuentros en contextos muy discretos y a información que, en la mayoría de los casos, solo circula entre personas de absoluta confianza. La buena sintonía entre Griso y Zurita, que nunca han ocultado su estrecha relación, ha generado un puente natural hacia un ámbito que muy pocos periodistas han podido frecuentar con tanta naturalidad.








