viernes, 21 noviembre 2025

Elena Furiase revela el grupo de WhatsApp secreto de los Flores y saca a la luz nuevos recuerdos familiares

La actriz habla por primera vez de la relación con sus primos, sus mensajes de apoyo tras la muerte de su tío Antonio Flores y cómo la saga familiar sigue unida más que nunca.

La figura de Elena Furiase se ha vuelto protagonista de una nueva confesión que mezcla pasado, emociones y lazos familiares. En una reciente entrevista, la actriz desveló la existencia de un grupo de WhatsApp que comparte desde pequeña con sus primos —los hijos de Lolita Flores, Alba Flores, Pedro Antonio, Guillermo Furiase— y cuyos mensajes revelan que llevan una vida tan común como la nuestra. “Tenemos un grupo en el que somos ‘hermanos-primos’, no solo primos”, comentó Elena Furiase, dejando entrever la cercanía del famoso clan Flamenco-Artístico.

La conversación surgió cuando se le preguntó por su relación con sus primos tras la muerte de su tío Antonio Flores, hace ya décadas. Elena explicó que, aunque entonces tenía solo seis años, aquella pérdida la afectó sin que lo comprendiera plenamente: “Yo decía: ‘mi prima no tiene papá’ y eso me angustiaba”. Años después, los primos mantienen el contacto, comparten recuerdos y se apoyan mutuamente, en parte gracias a ese chat colectivo que para Elena es “como si nunca nos hubiéramos separado”.

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El secreto del grupo de WhatsApp de la familia Flores según Elena Furiase

YouTube video

Elena Furiase no dudó en describir cómo ese grupo de WhatsApp funciona como un hilo imprescindible entre los miembros de la familia. “Yo voy con mis hijos, con mi marido, y me mandan memes, fotos antiguas, comentarios de ‘¿te acuerdas de…?’ y siento que la infancia no se ha ido”, explicó. Esta confesión resuena porque, detrás del brillo de la saga de los Flores, existe la necesidad de conservar afectos y vínculos que salen del escenario.

Según la actriz, ese chat familiar es testigo de aniversarios de películas, estrenos, momentos difíciles e incluso decisiones profesionales. “Cuando nos lamentamos juntos, cuando celebramos juntos, ese grupo aparece”, añadió. La palabra “constelación” apareció varias veces en su relato, como metáfora de esa red invisible que une a la familia. El testimonio de Elena Furiase abre una ventana poco vista: la de la intimidad compartida de quienes viven en el foco, pero saben que la cercanía emocional es lo que sostiene el legado. Aunque muchos puedan pensar que su relación es más distante.

Una confesión que toca lo emocional de una familia donde se ha vivido drama

Elena Furiase también aprovechó para hablar de un capítulo que muy pocos vinculan a su nombre: el duelo que vivió por su tío Antonio Flores. “No fui plenamente consciente de lo que pasó, pero veía que mi prima lloraba y eso bastaba”, confesó la actriz. Detrás de esa frase hay la imagen de una niña que sintió la pérdida sin saber cómo ponerla en palabras. Con el paso del tiempo, reconoce ahora que aquella tragedia formó parte de su educación emocional, le enseñó sobre ausencia, sobre legado y sobre lo que significa el arte hecho familia.

El salto a la fama de Elena Furiase
Elena Furiase

Además, comentó que su prima Alba Flores ha sido clave en reactivar ese recuerdo: su documental sobre Antonio generó encuentros familiares, reflexiones y afloraron memorias compartidas. Elena Furiase dice que, a pesar del dolor, ese proyecto permitió sanar heridas y reactivar la complicidad entre ellos.

La propia Elena Furiase reconoce que, en muchos de esos intercambios familiares, aparece inevitablemente el nombre de Lola Flores. La actriz asegura que la figura de su abuela sigue siendo “la gran columna vertebral” del clan: “Mi abuela está presente incluso sin estar. Cuando alguien del grupo comparte un vídeo suyo o una frase, es como si entrara ella misma en la conversación”. Esa presencia simbólica mantiene vivo no solo el recuerdo artístico de “La Faraona”, sino también su papel como matriarca capaz de unir generaciones enteras. Para Elena, crecer en una familia marcada por la personalidad arrolladora de Lola ha sido un aprendizaje constante sobre fuerza, identidad y raíces.


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