La DGT ha confirmado que circular con neumáticos en mal estado no solo es una imprudencia, sino también una infracción grave que acarrea consecuencias inmediatas. La sanción puede alcanzar los 200 euros y la retirada de 4 puntos del carnet de conducir, un castigo que busca concienciar a los conductores sobre la importancia de revisar periódicamente sus ruedas. Este recordatorio no es casual, ya que los accidentes relacionados con el desgaste de los neumáticos siguen siendo más frecuentes de lo que imaginamos. Por eso, la institución insiste en que la prevención es la mejor herramienta para evitar tragedias.
La advertencia llega en un momento en el que muchos conductores priorizan otros gastos y relegan el mantenimiento del coche a un segundo plano. Sin embargo, la DGT subraya que el coste de cambiar los neumáticos es insignificante si lo comparamos con las consecuencias de un accidente provocado por su mal estado. Además, el organismo recuerda que no basta con comprobar la presión de vez en cuando, sino que es necesario revisar el dibujo, la profundidad y posibles deformaciones. En definitiva, se trata de una llamada de atención que busca salvar vidas y reforzar la cultura de la seguridad vial.
NEUMÁTICOS EN MAL ESTADO SON UNA BOMBA DE TIEMPO
Circular con neumáticos desgastados es como jugar a la ruleta rusa en la carretera, ya que cualquier imprevisto puede convertirse en un accidente grave. La DGT recalca que el riesgo aumenta exponencialmente en condiciones de lluvia, donde la falta de agarre multiplica las posibilidades de perder el control del vehículo. Además, el aquaplaning es uno de los fenómenos más peligrosos que se pueden experimentar, y unos neumáticos en mal estado lo favorecen de manera directa. Por eso, la recomendación es clara: no esperar a que el problema se haga evidente.
La realidad es que muchos conductores confían en que sus neumáticos aguantarán “un poco más”, pero esa confianza suele ser engañosa. El desgaste irregular, las grietas o incluso la pérdida de elasticidad son señales que no deben ignorarse bajo ningún concepto. Cada kilómetro recorrido con ruedas deterioradas es un riesgo añadido que puede terminar en tragedia. La DGT insiste en que la prevención es la clave y que invertir en seguridad nunca es un gasto, sino una inversión en tranquilidad y protección.
LA MULTA NO ES LO PEOR
El castigo económico y la pérdida de puntos son solo la punta del iceberg, porque detrás de esas sanciones se esconde un mensaje mucho más profundo. La DGT quiere que los conductores comprendan que la verdadera consecuencia de circular con neumáticos en mal estado es el peligro real de sufrir un accidente. No se trata de un simple trámite administrativo, sino de una advertencia que busca salvar vidas. Por eso, la insistencia en revisar periódicamente las ruedas es tan contundente.
Además, conviene recordar que el carnet de conducir es una herramienta esencial para la vida diaria, y perder puntos puede complicar mucho la movilidad personal y laboral. La sanción de 200 euros puede doler en el bolsillo, pero la pérdida de puntos afecta directamente a la libertad de movimiento del conductor. En este sentido, la DGT busca que la sanción sea un recordatorio constante de que la seguridad está por encima de cualquier otra prioridad. La prevención, una vez más, se convierte en la mejor inversión.
EL IMPACTO EN LA SEGURIDAD VIAL
Los neumáticos en mal estado no solo afectan al conductor, sino también a todos los que comparten la carretera. La DGT recuerda que un accidente provocado por el mal estado de las ruedas puede tener consecuencias fatales para terceros, incluso si ellos circulaban correctamente. La seguridad vial es un compromiso colectivo, y cada vehículo que circula en condiciones deficientes se convierte en un riesgo para todos. Por eso, la insistencia en el mantenimiento es una cuestión de responsabilidad compartida.
La estadística demuestra que los accidentes relacionados con neumáticos desgastados siguen siendo más frecuentes de lo que pensamos. La falta de agarre, la mayor distancia de frenado y la inestabilidad en curvas son factores que multiplican el riesgo de colisión. En este contexto, la DGT busca que los conductores comprendan que no se trata de una recomendación opcional, sino de una obligación moral y legal. La seguridad vial depende de cada detalle, y los neumáticos son uno de los más importantes.
CÓMO DETECTAR EL DESGASTE
Uno de los problemas más habituales es que muchos conductores no saben identificar cuándo un neumático está realmente en mal estado. La DGT recomienda revisar la profundidad del dibujo, que debe ser superior a 1,6 milímetros para garantizar un agarre adecuado. Además, es importante comprobar que no existan grietas, deformaciones o desgastes irregulares que puedan comprometer la seguridad. Estos detalles, aunque parezcan menores, pueden marcar la diferencia entre un viaje seguro y un accidente.
La revisión periódica es fundamental, y no basta con mirar los neumáticos de manera superficial. Los expertos aconsejan utilizar un medidor de profundidad y prestar atención a cualquier señal de deterioro. Incluso un pequeño desgaste puede convertirse en un problema grave si no se atiende a tiempo. Por eso, la DGT insiste en que la prevención es la mejor herramienta y que dedicar unos minutos a revisar las ruedas puede salvar vidas. La seguridad empieza por los detalles más sencillos.
CONSEJOS PARA EVITAR SANCIONES
La mejor manera de evitar sanciones es mantener los neumáticos en perfecto estado, y para ello es necesario adoptar hábitos de revisión periódica. La DGT recomienda comprobar la presión al menos una vez al mes y revisar la profundidad del dibujo antes de emprender viajes largos. Estos pequeños gestos pueden marcar la diferencia y evitar tanto multas como accidentes. La prevención es siempre más barata que la sanción.
Además, conviene recordar que los neumáticos tienen una vida útil limitada, incluso si no se utilizan con frecuencia. El paso del tiempo provoca que el caucho pierda elasticidad y se vuelva más frágil, aumentando el riesgo de rotura. Por eso, la DGT aconseja sustituirlos cada cierto número de años, aunque aparentemente estén en buen estado. La seguridad no admite excusas, y mantener las ruedas en condiciones óptimas es una obligación para todos los conductores.
LA RESPONSABILIDAD DEL CONDUCTOR
La seguridad vial no depende únicamente de las autoridades, sino también del compromiso individual de cada conductor. La DGT recuerda que mantener el coche en buen estado es una responsabilidad personal que no se puede delegar. Cada revisión, cada cambio de neumáticos y cada gesto de prevención son parte de un compromiso que salva vidas. La sanción es solo un recordatorio de que la seguridad empieza por uno mismo.
En definitiva, circular con neumáticos en mal estado es una imprudencia que puede costar muy caro. La multa de 200 euros y la pérdida de 4 puntos son solo una consecuencia administrativa, pero el verdadero castigo es el riesgo de sufrir un accidente. La DGT insiste en que la prevención es la mejor herramienta y que invertir en seguridad nunca es un gasto, sino una inversión en tranquilidad. La carretera no perdona errores, y los neumáticos son la primera línea de defensa.











