No cabe duda de que Irene Rosales atraviesa un momento determinante, tanto en lo personal como en lo emocional, y lo está haciendo bajo la atenta mirada de todos aquellos que han seguido su historia desde su separación de Kiko Rivera. La sevillana ha decidido compartir abiertamente cómo vive su incipiente relación con Guillermo, un vínculo que crece con paso firme y que ha generado comentarios de todo tipo en redes sociales. Esta nueva etapa ha quedado reflejada en su reciente escapada romántica a Roma, un viaje que ha servido como punto de inflexión y que ha provocado que Irene envíe un mensaje claro y directo a quienes cuestionan sus sentimientos.
2Irene Rosales no ha sido infiel a Kiko Rivera
Mientras tanto, Kiko Rivera no ha tardado en pronunciarse sobre la nueva ilusión de su exmujer. En televisión, habló con sorprendente sinceridad sobre cómo se enteró del comienzo de esa historia y confesó que, aunque al principio hubo ciertas dudas, ahora se alegra de que Irene haya encontrado estabilidad emocional. Recordó que conocía a Guillermo desde hacía años, aunque lo consideraba un conocido lejano más que un amigo cercano. Explicó que, pese a la sorpresa inicial, ver a Irene sonriente y plena le hacía bien, especialmente porque eso también repercute positivamente en el bienestar de sus hijas. Sus palabras mostraron una mezcla de nostalgia, comprensión y aceptación, evidenciando que el tiempo ha suavizado tensiones y que la cordialidad se ha convertido en el puente principal entre ambos.
En una entrevista reciente, Irene aclaró que nunca hubo infidelidad, una precisión que consideraba necesaria después de que se insinuara lo contrario. Relató que, cuando sintió que debía dar explicaciones a Kiko, lo hizo desde la honestidad y el respeto, convencida de que toda nueva historia necesita un cierre limpio del capítulo anterior. Él, según contó, aceptó lo ocurrido sin reproches y con una madurez que sorprendió incluso a quienes habían sido testigos de la turbulenta separación. Para Irene, este gesto fue determinante para avanzar sin cargas ni tensiones, permitiéndole construir su nueva vida desde un punto de partida emocionalmente sereno.







