El magnesio es ese mineral silencioso que sostiene la energía, el sueño y la calma del cuerpo.
Cuando este experto habla, no hay tecnicismos, ni discursos de laboratorio.
Lo dice con calma, como quien ha visto lo mismo una y otra vez:
“Nos falta energía, dormimos mal, comemos peor… y luego nos sorprendemos de estar agotados.”
Por eso tiene su propia lista. Cinco suplementos que —si fuera por él— todo el mundo tomaría a diario, sin excepción.
“Son lo básico. No son moda ni milagro. Son sentido común.”
1. Magnesio: el que casi nadie recuerda, pero todos necesitamos

“El magnesio es el gran olvidado”, dice sin rodeos.
Y no exagera: siete de cada diez personas lo tienen bajo. No es raro, con tanto estrés, café, comida ultraprocesada y poco descanso.
Ese déficit, aunque no lo notes, pasa factura: más riesgo de infarto, más ansiedad, más cansancio.
Y lo peor —añade— es que casi nadie lo mide en los análisis.
“Te dicen que está bien, pero el cuerpo ya está al límite.”
Él recomienda mantenerlo por encima de 2.07 mg/dL y añadir unos 350 mg al día en suplementos, además de alimentos ricos en magnesio: cacao negro, pescado azul, verduras… o incluso un poco de agua de mar.
Cada tipo sirve para algo distinto: el bisglicinato calma y ayuda a dormir, el malato va bien para la fatiga y el treonato mejora el ánimo y la concentración.
Y luego suelta una frase que se te queda:
“El magnesio es como el aceite del motor. Si falta, todo empieza a chirriar.”
2. Colágeno hidrolizado: el pegamento del cuerpo

Cuando le preguntas por el colágeno, sonríe:
“La gente piensa que es solo para las arrugas, pero no. Es lo que te sostiene.”
Tiene razón. El colágeno mantiene firmes los huesos, las articulaciones, los tendones… incluso el intestino.
“Sin colágeno, literalmente, te despegas”, bromea.
Lleva décadas demostrando sus beneficios, y lo recomienda en dosis de 10 a 20 gramos al día, en ayunas con agua.
“Marino, bovino o porcino… da igual. Todos hacen lo mismo.”
3. Creatina: energía real, no solo para deportistas

“La creatina está en todas las células, no solo en los músculos”, explica.
Por eso, aunque muchos la asocien con el gimnasio, es también un suplemento para el cerebro, el corazón y el estado de ánimo.
Activa la producción de ATP, que es básicamente la energía que usamos para todo.
Además, mejora la concentración y reduce la fatiga mental.
“La ciencia ya lo demostró —dice—. La creatina no te hincha, te enciende.”
La dosis ideal: 0.1 g por kilo de peso (unos 7 g si pesas 70).
Y si quieres hacerlo bien, busca el sello Creapure, que garantiza pureza.
4. Vitamina C: esencial
Todos creen conocerla, pero pocos saben lo que hace en serio.
La vitamina C no solo previene esos fastidiosos resfriados: limpia el cuerpo desde dentro.
Mejora el colesterol, ayuda a formar colágeno y refuerza el sistema inmune.
Los estudios muestran que quienes tienen buenos niveles reducen el riesgo de ictus más de un 30%.
Las dosis efectivas van de 500 mg a 1 g diario, mejor en versión liposomal, que se absorbe más fácil.
“Si el magnesio es el aceite del motor —dice el experto—, la vitamina C es el filtro. Sin ella, el sistema se ensucia.”
5. Omega-3: el aliado más subestimado

“Este debería estar en la lista de esenciales del planeta”, afirma.
El omega-3 reduce triglicéridos, mejora el ánimo y baja el riesgo de cáncer de colon.
“Y sin embargo, casi nadie lo toma bien.”
Lo ideal son 2 g al día, de marcas con sellos de pureza (MSC o Friend of the Sea), en frascos de cristal y provenientes de pescados pequeños, como sardinas o anchovetas.
El hígado de bacalao, dice, “sigue siendo un clásico imbatible: 15 g de omega-3 por cada 100 g de aceite.”
Lo esencial no está de moda, pero salva
“No hay que complicarse tanto. Estos cinco suplementos ayudan a mantenerte en marcha, sin artificios. No sustituyen una buena vida, pero la sostienen.”
Hace una pausa y añade casi en susurro:
“No hay milagros, pero hay cuidados. Y cuidarse debería ser lo mínimo, no lo extraordinario.”









