En medio de la continua volatilidad macroeconómica y geopolítica, los mercados privados se benefician de una descorrelación cíclica y de diversas fuentes de riesgo que aumentan su atractivo relativo y pueden mejorar la solidez de las carteras.
Segun Nils Rode, director de inversiones de Schroders Capital, a primera vista, el entorno de inversión actual puede parecer favorable. En los últimos meses, las acciones cotizadas en bolsa han experimentado un repunte generalizado, los mercados de bonos se han estabilizado y las expectativas de nuevas bajadas de tipos en Estados Unidos han alimentado el optimismo de los inversores.
Sin embargo, se están formando nubes negras en el horizonte de las inversiones. Las preocupaciones sobre la incertidumbre y los efectos secundarios de los aranceles, la incertidumbre en torno a las políticas de los bancos centrales y los riesgos inflacionistas (especialmente en EE. UU.), así como las dudas sobre la sostenibilidad fiscal, se ven temporalmente eclipsadas por la actual ola de euforia en torno a las valoraciones, especialmente en ámbitos como la inteligencia artificial.

DICERSIFICACIÓN Y OPORTUNIDADES DE RENTABILIDAD EN MERCADOS
En este contexto, determinadas estrategias de los mercados privados pueden ofrecer cierto grado de protección frente a algunos de estos riesgos macroeconómicos y de mercado predominantes. La amplitud y diversidad de las clases de activos proporcionan exposición a fuentes diferenciadas de riesgo y rentabilidad que, en combinación, pueden mejorar los resultados de la cartera.
Por ejemplo, las infraestructuras renovables ofrecen exposición a los precios de la energía, que suelen mostrar una correlación limitada con el crecimiento económico general. En general, estrategias como las de infraestructura y bienes raíces, que incluyen tanto exposiciones a renta variable como a deuda, suelen estar respaldadas por activos tangibles, lo que puede contribuir a un perfil de rentabilidad más resistente durante los periodos de elevada volatilidad.
Por otra parte, nuestro análisis también muestra que el private equity, especialmente en el segmento medio-bajo del mercado, ha obtenido históricamente mayores rentabilidades en términos relativos durante los periodos de mayor volatilidad de los mercados públicos.
Al mismo tiempo, los mercados privados en general se están beneficiando actualmente de una convergencia de factores cíclicos y estructurales que están generando oportunidades atractivas para la obtención de rentabilidad y la diversificación de carteras. Entre estos factores estructurales se incluyen la transición energética mundial y la revolución tecnológica en general, que están remodelando las industrias y los flujos de capital.

Los factores cíclicos se derivan de la menor actividad transaccional y la moderación de la captación de fondos en los últimos años, como ya hemos comentado anteriormente. Esto ha creado una dinámica favorable de oferta y demanda de capital que está respaldando valoraciones de entrada más atractivas y un mayor potencial de rendimiento. Algunas áreas, como el sector inmobiliario comercial, incluso se han corregido aún más, lo que ha creado oportunidades selectivas para los inversores disciplinados.
En general, y en contraste con los mercados públicos (donde los índices de muchas regiones se encuentran en máximos históricos o cerca de ellos y las valoraciones parecen exageradas), creemos que los mercados privados ofrecen actualmente un valor relativo atractivo en todas las clases de activos, con la notable excepción de las inversiones de riesgo en fase avanzada relacionadas con la inteligencia artificial, que también muestran signos de exuberancia.
En conjunto, estos factores no solo aumentan el atractivo relativo de los mercados privados, sino que también refuerzan su consistencia al restablecer niveles de valoración más saludables y crear una base más sólida para el crecimiento a largo plazo. La asignación ascendente (bottom-up), aplicando una alta selectividad y poniendo el foco en el valor añadido transformador, es crucial para aprovechar las oportunidades más atractivas e impulsar una rentabilidad sostenible a largo plazo.








