La DGT ha puesto fecha de caducidad a un elemento que lleva décadas acompañándonos en el maletero, y su sustitución es inminente. A partir del próximo 1 de enero, una nueva normativa de la Dirección General de Tráfico cambiará por completo la forma en que señalizamos una emergencia en carretera y será obligatorio llevar un nuevo dispositivo luminoso y conectado en el vehículo para evitar sanciones y, sobre todo, para salvar vidas. ¿Estás seguro de que tu coche cumple con los nuevos requisitos?
Muchos conductores aún no son conscientes de este cambio crucial impulsado por la DGT, una modificación que busca acabar con una de las situaciones de mayor riesgo en el asfalto. Lo que parece un simple cambio de objeto es en realidad un salto tecnológico fundamental para la seguridad vial, ya que este nuevo sistema comunica la posición del vehículo averiado en tiempo real a la nube de Tráfico y al resto de conductores que se aproximan a la zona.
¿ADIÓS DEFINITIVO A LOS TRIÁNGULOS DE EMERGENCIA?
El gesto, casi automático, de bajar del coche y caminar por el arcén para colocar los triángulos de preseñalización de peligro tiene los días contados. La razón es simple pero poderosa, ya que la DGT considera que bajarse del vehículo para colocar los triángulos aumenta el riesgo de atropello, especialmente en vías con alta velocidad, de noche o en condiciones de poca visibilidad. El objetivo del organismo vial es claro: conductor fuera de la calzada, conductor seguro.
No ha sido una decisión repentina, sino el final de un periodo de adaptación que muchos han pasado por alto. Durante los últimos años han convivido ambos sistemas, el antiguo y el moderno, para facilitar la transición a los conductores, pero a partir de la fecha límite del 1 de enero solo será válida la nueva señal luminosa V-16 conectada. La autoridad de tráfico ha sido contundente con la implementación de esta medida.
ASÍ ES LA LUZ V-16 QUE LA DGT EXIGE AHORA

Olvídate de aparatos complejos que requieren instalación o conocimientos técnicos. La nueva señal V-16 es una baliza compacta, generalmente alimentada por una pila de larga duración, con una base imantada que se adhiere firmemente al techo del coche y emite un potente destello de luz ámbar visible a un kilómetro de distancia. Su diseño, contemplado en la normativa de Tráfico, está pensado para ser efectivo en 360 grados.
La gran ventaja que siempre destaca la DGT es su increíble sencillez y seguridad de uso, un factor que marca la diferencia en una situación de estrés. A diferencia de los triángulos, que obligaban a salir del habitáculo, el conductor puede activarla y colocarla desde el interior del vehículo simplemente bajando la ventanilla, sin necesidad de pisar la calzada. El organismo regulador de las carreteras ha priorizado la protección de las personas.
LA CONEXIÓN 3.0: ¿CÓMO NOS PROTEGERÁ ESTA NUEVA TECNOLOGÍA?
El verdadero avance de este dispositivo es su conectividad integrada, un requisito indispensable para los modelos homologados. En el momento en que se activa, la baliza no solo emite luz, sino que envía de forma automática y anónima la ubicación exacta del vehículo al punto de acceso nacional en materia de tráfico. Esta información es la base del ecosistema DGT 3.0, que busca crear carreteras más inteligentes y seguras.
Esta comunicación silenciosa pero vital permite que la Dirección General de Tráfico reciba la alerta al instante y la difunda. Gracias a esta tecnología, la información sobre el vehículo detenido aparecerá en los paneles de mensaje variable y en los navegadores de otros coches que se encuentren en la misma ruta, advirtiéndoles del peligro con una antelación que los triángulos jamás podrían ofrecer. Es un escudo digital para el conductor averiado.
MULTAS Y SANCIONES: LO QUE TE PUEDE COSTAR NO LLEVARLA

A partir del 1 de enero, no llevar la luz V-16 conectada en el vehículo se considerará una infracción. Aunque la sanción económica es un factor disuasorio, la DGT insiste en que el verdadero coste de no tener este dispositivo es poner en riesgo la propia vida y la de los demás. La multa por no disponer de los sistemas de preseñalización de peligro obligatorios asciende a 200 euros.
Es fundamental asegurarse de que el dispositivo adquirido está debidamente homologado. No vale cualquier luz de emergencia; debe cumplir con las especificaciones técnicas que marca la ley y garantizar su capacidad de conexión. La entidad responsable de la seguridad vial ha publicado listados de marcas y modelos autorizados para que el consumidor pueda verificar que su compra es correcta y evitar así problemas legales o, peor aún, que el sistema falle cuando más se necesita.
¿ESTÁS PREPARADO? CLAVES PARA ELEGIR TU LUZ V-16

Al elegir tu baliza, comprueba siempre que en el embalaje aparezca el símbolo de homologación y que el vendedor te garantice que cumple con la conectividad exigida. La mayoría de los dispositivos incluyen el coste de las comunicaciones en el precio de venta durante años, así que no necesitarás contratar ninguna tarifa de datos ni pagar suscripciones adicionales. Es un sistema diseñado por la autoridad de tráfico para ser sencillo y accesible.
Este pequeño gesto de sustituir un objeto por otro en nuestro kit de emergencias es, en realidad, un gran paso hacia una movilidad más segura e inteligente. La tecnología que hoy nos parece una novedad pronto será un estándar que salvará vidas de forma silenciosa, un guardián luminoso en el techo de nuestro coche que nos conectará con la ayuda y la seguridad cuando seamos más vulnerables. La DGT marca el camino, y ahora nos toca a nosotros seguirlo.










