jueves, 13 noviembre 2025

Santiago Bilinkis, emprendedor y tecnólogo: “Las redes sociales dejaron de mostrarnos a nuestros amigos para mostrarnos lo que más tiempo nos mantiene cautivos”

El tecnólogo Santiago Bilinkis analiza la evolución de las redes sociales y advierte cómo pasaron de conectar personas a manipular la atención. Un cambio silencioso que redefine nuestra forma de comunicarnos y pensar.

En poco más de una década, las redes sociales pasaron de ser una herramienta de conexión a convertirse en una maquinaria diseñada para mantenernos cautivos frente a la pantalla. Lo que comenzó como una promesa de cercanía, terminó transformándose en un ecosistema que prioriza la atención antes que los vínculos.

El tecnólogo y emprendedor Santiago Bilinkis analizó con profundidad esta evolución, advirtiendo que el cambio silencioso de las redes sociales no solo modificó la forma en que nos comunicamos, sino también nuestra manera de pensar, informarnos y vincularnos con el mundo.

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Del muro de los amigos al imperio del algoritmo

YouTube video

En sus inicios, las redes sociales como Facebook y Twitter ofrecían un espacio donde las personas podían compartir su vida con familiares y amigos. Todo se mostraba en orden cronológico y el usuario tenía control sobre lo que veía. Con el tiempo, ese ideal comenzó a desmoronarse.

Bilinkis explica que el cambio fue gradual pero profundo. Primero llegó la era de las imágenes con Instagram, luego los filtros de Snapchat y, finalmente, los videos efímeros que transformaron por completo el modo en que se produce y consume contenido. El tecnólogo señala que estos ajustes, que parecían inofensivos, abrieron la puerta a una modificación radical: el paso de un espacio social a un entorno adictivo y controlado por algoritmos.

Según Bilinkis, el momento decisivo llegó con la irrupción de TikTok, una plataforma que rompió la lógica básica de las redes sociales al dejar de mostrar el contenido de quienes seguimos. En su lugar, la inteligencia artificial comenzó a elegir por nosotros qué ver, guiándose no por nuestras relaciones sino por lo que más tiempo nos mantiene mirando la pantalla. “Las redes sociales dejaron de mostrarnos a nuestros amigos para mostrarnos lo que más tiempo nos mantiene cautivos”, resume.

Redes sociales: El ocaso de lo social y el auge del entretenimiento

Redes sociales: El ocaso de lo social y el auge del entretenimiento
Fuente: agencias

En este nuevo paradigma, las redes sociales ya no son un espacio para compartir, sino un escenario de entretenimiento constante. Los vínculos personales se diluyen entre videos, tendencias y recomendaciones automáticas. Lo social se desvanece, dando paso a un consumo pasivo en el que el usuario deja de decidir.

Bilinkis advierte que esta transformación tiene un efecto directo sobre nuestra percepción del mundo. Hoy, en lugar de dialogar o compartir experiencias, las personas se limitan a consumir contenido que las plataformas consideran “relevante”. En palabras del tecnólogo, “las redes sociales ya no nos conectan con nadie, solo buscan mantenernos activos el mayor tiempo posible”.

El fenómeno, según explica, se parece a la comida rápida: accesible, adictiva y diseñada para satisfacer de inmediato. Pero, al igual que ocurre con la alimentación, cuando toda nuestra “dieta mental” se basa en este tipo de estímulos, el resultado es preocupante. “Tiktok es el pollo frito de la mente”, ejemplifica Bilinkis, aludiendo a la necesidad de consumirlo con moderación.


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