domingo, 9 noviembre 2025

COP30: Altas expectativas para afrontar los retos climáticos globales

En agosto de 2024 se cumplieron 12 meses con un incremento promedio de 1,6 °C respecto a la temperatura de referencia del periodo 1880-1920.

Con el comienzo de la COP30 en Belém (Brasil), las expectativas por alcanzar soluciones reales al cambio climático están por las nubes. La temperatura global aumentó más de 0,4 °C durante los últimos dos años. En agosto de 2024 se cumplieron 12 meses con un incremento promedio de 1,6 °C respecto a la temperatura de referencia del periodo 1880-1920, a lo que se añaden diferentes eventos climatológicos adversos que cada vez son más comunes: sequías, incendios e inundaciones. 

Con este panorama de fondo, recién empezada la jornada del clima,  que durará hasta el 21 de noviembre, múltiples analistas han hecho los deberes y apuntado a varias predicciones de lo que significará esta COP. 

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Marie Lassegnore, CFA, directora de Análisis Financiero y ESG y miembro del Comité Ejecutivo de Crédit Mutuel AM, apunta a que estamos en un escenario de politización de los asuntos climáticos. En este caso apunta que “aunque el 89 % de la población mundial en 2024 expresó su apoyo a políticas climáticas  más contundentes, la mitad votó por líderes o partidos políticos escépticos respecto a los temas Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG), ya sea por convicción o por oportunismo.”

Por otro lado, la analista apunta a que, casi un tercio de los países que firmaron el Acuerdo de París aún no han presentado sus Planes Nacionales de Des-carbonización actualizados para 2030. Por lo que, indica que para la consecución de los objetivos globales de transición energética y el éxito de esta COP será fundamental la movilización anual de 1,3 billones de dólares para 2035.

COP30: Las empresas cada vez ven más rentables la sostenibilidad  

Más allá de la instrumentalización de los objetivos climáticos para fines políticos, Lassegnore apunta al optimismo por parte de las empresas. En el caso de Estados Unidos, que actualmente es un país que sus políticas climáticas se han visto rebajadas por la política de Trump;  las empresas apuntan a una dirección contraria, ya que durante 2025 se ha experimentado el aumento del 9 % en los compromisos empresariales de emisiones netas cero. A esta situación se le suma que el 85 % de las  compañías del sector de cadena de suministro han reforzado durante el año sus esfuerzos de sostenibilidad tras la retirada del país del Acuerdo de París.

A este aspecto se le suma a que según apunta la analista, a que las políticas sostenibles en empresas está resultando rentables. Según un estudio de Boston Consulting Group, los esfuerzos en diversidad y des-carbonización han generado un crecimiento promedio del EBITDA del 4 % en Estados Unidos y del 7 % en Europa durante un período medio de cuatro años. Un crecimiento que se ha producido “mientras se reducían las emisiones de alcance 1 y 2 cinco veces más rápido que las empresas cotizadas” apunta la analista. 

El impacto de China en la transición energética

Por otro lado, Jean-Philippe Desmartin, director del equipo de inversión responsable en Edmond de Rothschild AM, también se suma al carro del optimismo, apuntando a que espera un papel preeminente en la lucha contra el cambio climático en países del Hemisferio Sur, especialmente China. 

En este sentido el gigante asiático, según el analista está teniendo un rol estratégico clave para el fomento de la transición energética, a pesar de ser uno de los mayores países en emisiones de gases de efecto invernadero. Esto se debe a que tiene un plan de transición que ha demostrado una serie de resultados: 

  • En China las energías renovables, que cada año son más competitivas sin necesidad de subsidios públicos, con la energía solar a la cabeza. 
  • Cuenta una posición internacional como líder en sectores industriales estratégicos como: la energía eólica, la energía solar, las baterías y los vehículos eléctricos, debido además por concentrar gran parte de la minería de los materiales claves para su construcción, además del refinado de los mismos. En este aspecto Desmartin apunta a que, Europa debería inspirarse con para mantener su posición en los sectores que aún controla como la electrificación, hidrógeno, energía nuclear, almacenamiento energético, etc..

En definitiva, con el inicio de la COP30 en Brasil, hay muchas expectativas por parte de los analistas en cuanto a los resultados y propuestas que pueden surgir.


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