Los datos de IAG no han sido los esperados, pero la aerolínea sigue dando buenas noticias a sus inversores. La empresa ha conseguido unos ingresos de 25.234 millones de euros, que se han traducido en 2.703 millones de beneficios hasta septiembre, un 15,5% más que el mismo periodo del año pasado. Es un dato positivo para la matriz de Iberia, incluso si se queda por debajo de las previsiones iniciales debido a la moderación en el crecimiento del turismo, que han generado un pequeño estancamiento en los últimos meses en comparación a lo esperado.
Aun así, el dato es positivo, y las reservas del último trimestre, sumadas a las primeras semanas de 2026 que empiezan a venderse, muestran un buen momento para la empresa, que sigue preparándose para aumentar su capacidad para las rutas que conectan Europa con las Américas y con Asía. De momento, los analistas de Renta 4 y RBC ven buenas señales en los datos de la empresa, y siguen apostando por qué su acción y su dividendo aumentarán el año que viene. El optimismo lo comparte IAG a pesar de los riesgos evidentes.
Según su consejero delegado, Luis Gallego, IAG “sigue en la senda de crecimiento en ingresos, beneficios y retornos al accionista”. En ese panorama, la matriz de Iberia tendrá que afrontar unos cambios importantes en su realidad, como la competencia de una Air Europa reforzada por la compra de Turkish o los gastos en los nuevos combustibles que marcarán el futuro de toda la aviación comercial. La realidad es que es una situación delicada, por lo que estos resultados dan motivos para respirar con calma, incluso si piden ver el futuro inmediato con algo de cuidado.
A pesar del optimismo de los analistas tras los resultados, la bolsa no les ha perdonado, con una caída de 8% en el dato de sus acciones. De hecho, este movimiento ha hecho que los analistas de Bankinter recomienden aprovechar el momento para comprar acciones, dando por hecho que los datos positivos de reservas se mantendrán en los próximos meses, y se mantengan a medida que suba la capacidad de la aerolínea.

«Los resultados son algo peores de lo esperado y que el año anterior, si bien hay que tener en cuenta que el tercer trimestre de 2024 fueron especialmente fuertes. Por el lado positivo destaca el balance saneado y el elevado volumen de liquidez. También el menor avance de los costes, tras varios trimestres al alza. Por otra parte, insiste en que la demanda sigue siendo sólida en sus mercados principales y sobre todo de cara al último trimestre del año. Por último, mantiene sus indicaciones a futuro a pesar de un contexto geopolítico complejo. Por tanto, a pesar de que se sitúan ligeramente por debajo de lo esperado, mantenemos recomendación en Comprar», sentencia el banco de inversión.
IAG SURFEA SOBRE LA OLA DEL TURISMO
Lo cierto es que la empresa ha seguido sumando beneficios y aumentando dividendos apoyados en la misma explosión del turismo que ha empujado los datos tanto de IAG como de AENA o incluso de Ryanair. Lo cierto es que el hecho de que se quede corta muestra que la explosión del turismo post pandemia empieza a amainar, aunque no por eso quiere decir que dejará de crecer, simplemente que crecerá algo más lento si no cambia nada en la situación.
Al mismo tiempo, hay preocupaciones de varios de los analistas cercanos al sector ante la situación. Es que la posibilidad de un conflicto geopolítico a gran escala, o una crisis inflacionaria, hacen que el sector mantenga algo de tensión de cara a los próximos años. Es una realidad compleja para un sector cuya situación no puede autogestionarse del todo.
IAG SE ADAPTA TRAS FRACASAR LA ADQUISICIÓN DE AIR EUROPA
La mejor noticia para IAG, sobre todo tras la confirmación de la fusión de Turkish con Air Europa, es que su intento fallido de adquirir la aerolínea de la familia Hidalgo no les ha pasado factura. Es cierto que su expansión en las Américas ha sido más lenta de lo esperado, pero no se ha detenido y han sido capaces de mantener números positivos en sus conexiones con Estados Unidos en un momento en el que caen los datos por la situación política.
Veremos qué dicen los datos del cierre del año, pero el optimismo de los analistas parece justificado. Si estos son los peores resultados posibles, los accionistas de la empresa pueden respirar tranquilos, al menos de momento.








