Esta es la principal conclusión que ha llevado a cabo la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE) en su último trabajo: Radiografía del Sector Químico Español (2025), donde ha indicado que la industria química española ha facturado en 2024 85.483 millones de euros, un 3,6% más que 2023. Además de que es el segundo mayor exportador del país, con 59.166 millones y uno de los más intensivos en cuanto al uso de la energía.
Por otro lado, el sector genera 240.100 empleos directos y representa cerca del 4% del PIB español. Sumado a que es un sector que está en constante expansión y desarrollo, ya que según FEIQUE en los últimos años ha crecido hasta un 10% llegando hasta los 4.096 millones de euros en 2023. Así mismo, el informe apunta que sigue siendo el líder industrial en I+D+i concretando un 24% de la inversión.
En química, los principales sectores que más volumen tienen en cuanto a su facturación son: La industria química con un 68,6%; la química básica; con un 37,8% y la farmaquímica con un 31,4%. Esto implica un gran peso de la química básica, que es la que más se adolece por la volatilidad de los precios de la energía (ya que es muy dependiente); mientras que la farmaquímica al vender productos de alto valor añadido y depender menos de la energía, compensa en cuanto a costes.
De hecho, la energía es el principal reto del sector químico español, ya que en 2023 tuvo un consumo total de 3.423 Ktoe de energía (39,82 TWh). Una cifra muy elevada pero que en comparación con años pasados cómo 2005, ha mostrado una reducción de consumo por unidad producida de un 27%, gracias a que las plantas químicas son mucho más eficientes.
El sector químico apuesta busca soluciones en el hidrógeno verde
Al reto energético se le suman los contaminantes, según apunta el informe del FEIQUE, el sector químico contaminó un total de 3.404kt de CO2 en 2023. Unas emisiones significativas pero que han bajado un 45% desde 2005. En este sentido es muy importante recalcar cuáles son las principales fuentes de energía, donde aún domina el gas (contaminante), seguido de la electricidad.
El informe apunta a que estos retos pesan en la competitividad de un sector que vive mucho de las exportaciones con un peso en la cifra de negocios en 2024 de casi un 69% de la facturación total del sector. En este sentido la química básica es la más demandante de energía, tanto en procesos como en materia prima, afectando a sus márgenes de beneficio.
Europa paga en este caso una energía más cara que lugares como Estados Unidos, frenando la competitividad, frente a otros sectores químicos extranjeros con energías más baratas. Por lo que en el sector se reclama la necesidad de invertir en energías más sostenibles que sustituyan al gas como el hidrógeno verde o la captura y la reutilización de CO2 en procesos químicos; al igual que una política energética que permita en España energía barata y estable, ya que de lo contrario se deslocalizan la química básica.
En definitiva, el informe de FEIQUE tiene una visión positiva del sector químico español, donde destaca sus principales ventajas como: La fuerte externalización, inversión en I+D+i, además de las mejoras en eficiencia energética y sostenibilidad. No obstante el informe advierte que los avances aún no compensan las pérdidas de competitividad que tiene este sector frente a economías como la norteamericana con energías más baratas y por lo tanto con oportunidades más claras de beneficio. Por ello apuntan que es necesario una política energética fuerte y estable.








