Tras los resultados presentados por Redeia este 29 de octubre, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) llevó a cabo una actualización del WACC, o del marco retributivo que estipula los beneficios de Redeia. En este sentido, el cambio ha sido positivo, porque experimenta una subida, aunque no es tan elevada como podían esperar los analistas.
El WACC fijo se queda en un 6,58% antes de impuestos, apenas un 0,12% más que el anterior modelo, lo que implica una mejora marginal en la rentabilidad esperada de las inversiones reguladas. Esta cifra será la que marque el retorno permitido para la red de transporte eléctrico en España durante el próximo periodo regulatorio, un componente clave en la rentabilidad futura de la compañía.
Ante esto, Jefferies ha elaborado un último informe comparando la actualización de estos datos con su balance de los resultados de la empresa eléctrica española, continuando con su nota en Mantener, y fijando el precio objetivo en 18 euros la acción. El razonamiento detrás de este enfoque más prudente es porque el nuevo WACC es de base peor a lo que esperaban los analistas del banco, que lo situaban en torno al 6,75%. Una decepción aún mayor dentro del mercado, ya que las empresas del sector pedían una subida más ambiciosa, cercana al 7%, que habría compensado la inflación, el incremento de los costes de financiación y el riesgo de inversión en infraestructuras críticas.
Esta subida tan ligera del WACC se traduce en que se esperan menos ingresos futuros por invertir en las redes eléctricas españolas, tanto en el transporte como en la distribución, lo que afecta directamente a la rentabilidad regulada de la base de activos (RAB). De hecho, esta noticia ya ha tenido efectos inmediatos en el mercado, con una bajada de acciones por parte de Endesa y Redeia, de un 1% y 4% el viernes respectivamente, ya que ambas compañías están más expuestas a los cambios en el WACC por su actividad regulada. Con un impacto sido más notable en Redeia, por su perfil más dependiente del marco retributivo de la CNMC.
Las inversiones de Redeia van a recibir una menor retribución
La nueva tasa retributiva plantea para Jefferies un escenario neutro en las redes eléctricas españolas, con una perspectiva ligeramente bajista a medio plazo. El informe señala que la rentabilidad de los proyectos en curso será menor de lo que se esperaba, lo que podría limitar el crecimiento del beneficio neto en los próximos ejercicios. Aun así, el banco de inversión destaca que Redeia mantiene una gestión eficiente y una elevada visibilidad de resultados, con un EBITDA del último trimestre de 305 millones de euros, un ligero descenso del 0,5% respecto al mismo periodo del año anterior.
Del mismo modo, el resultado acumulado en los últimos nueve meses de 2025 muestra un EBITDA ajustado (bajo IFRS) de 950 millones de euros, equivalente al 78% del objetivo anual. Estos datos reflejan que Redeia no presenta problemas estructurales ni deterioro operativo, sino que continúa ofreciendo resultados estables y predecibles. Sin embargo, Jefferies considera que la compañía carece de un catalizador claro a corto plazo, después de que el WACC —que antes se contemplaba como una posible fuente de mejora— haya quedado por debajo de las expectativas.
Esta noticia también influye en las múltiples inversiones que ha realizado Redeia. La compañía ha incrementado su deuda neta en un 13%, debido al elevado nivel de CAPEX destinado a la ampliación y modernización de las redes de transporte. Entre los proyectos más destacados figuran la interconexión del Golfo de Vizcaya, la segunda conexión entre la Península y Baleares, los enlaces Gomera-Tenerife y Península-Ceuta, así como los proyectos de almacenamiento energético en Canarias.
Estas actuaciones suponen una inversión total de 915 millones de euros, que aunque cuentan con retorno garantizado por el marco regulatorio, este será ahora algo más bajo debido al menor WACC y a la ralentización del crecimiento de la base regulada de activos.
En definitiva, se trata de un resultado ligeramente mejor al que ya se tenía, pero tanto los analistas como el mercado esperaban mucho más de esta revisión, que ya ha tenido sus repercusiones en todas las empresas con inversiones en transporte y distribución eléctrica. Redeia continúa siendo una compañía sólida y predecible, pero con un potencial de revalorización más limitado de lo que se estimaba antes de la decisión de la CNMC.

                                    


 



