Las semanas de grandes descuentos como el Black Friday se han convertido en terreno fértil para los ciberdelincuentes. Mientras millones de consumidores buscan ofertas, los estafadores aprovechan el incremento de la actividad digital para lanzar campañas de engaños masivos. Las personas mayores son, según los expertos, uno de los colectivos más vulnerables ante este tipo de fraudes.
La popularización del uso de aplicaciones de mensajería instantánea, especialmente WhatsApp, ha abierto un nuevo frente de riesgo para este grupo de edad.
De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), los intentos de fraudes dirigidos a usuarios mayores de 60 años aumentaron un 23 % durante 2024, siendo WhatsApp el principal canal empleado para ejecutar suplantaciones y estafas. Mensajes falsos de familiares, bancos o servicios de mensajería se han convertido en herramientas habituales para obtener datos personales o bancarios.
Un canal cotidiano convertido en canal de fraudes
En los últimos años, WhatsApp se ha consolidado como el medio de comunicación más utilizado entre las personas mayores, desplazando incluso a las llamadas tradicionales. Su sencillez y gratuidad la hacen atractiva, pero también la convierten en una vía accesible para los fraudes. Los estafadores se aprovechan de la confianza y el desconocimiento tecnológico de los usuarios más veteranos, empleando mensajes aparentemente inofensivos que, en realidad, esconden trampas diseñadas para robar información.
El uso de mensajes que imitan la comunicación de empresas de reparto, bancos o familiares en apuros es una táctica cada vez más sofisticada. Según el INCIBE, durante la última campaña del Black Friday se detectaron miles de enlaces maliciosos enviados a través de WhatsApp, algunos de ellos incluso suplantando a marcas conocidas. Estos mensajes prometen descuentos, sorteos o paquetes pendientes de entrega, pero su objetivo real es instalar software malicioso o capturar datos financieros.

La falta de configuración de seguridad, una puerta abierta
Una de las principales causas del incremento de fraudes entre los mayores es el uso de la aplicación con las configuraciones de privacidad por defecto. Según un informe elaborado por la empresa tecnológica Bleta, especializada en accesibilidad digital para personas mayores, la mayoría de usuarios de este grupo no revisa los ajustes de privacidad ni activa las funciones de verificación en dos pasos.
“Usar una app sin entender sus riesgos deja la puerta abierta a los estafadores”, advierte Gerard Pinar, director de operaciones de la compañía. Pinar subraya que, aunque WhatsApp ofrece herramientas de protección eficaces, su eficacia depende del conocimiento y la participación activa del usuario.
Muchas personas mayores, por miedo a modificar algo o perder información, prefieren mantener la configuración inicial, lo que facilita la exposición a fraudes.
Un fraude que combina educación y tecnología
La alfabetización digital se ha convertido en un reto clave para reducir la vulnerabilidad ante los fraudes online. Pinar sostiene que la seguridad digital debe ser tan sencilla como el uso cotidiano de la aplicación, y que las herramientas de protección deben adaptarse a las necesidades de los mayores. “De poco sirve enseñar a enviar mensajes o notas de voz si no se explican los riesgos de compartir información personal o aceptar enlaces desconocidos”, señala el directivo.
Bleta insiste en que los programas de formación en ciberseguridad deben incluir ejemplos prácticos y lenguaje claro, evitando tecnicismos. En su última guía práctica sobre seguridad en WhatsApp, la empresa propone acciones simples como limitar quién puede ver la foto de perfil o la última conexión, desactivar la ubicación en tiempo real o bloquear mensajes de desconocidos.
Estas medidas, aunque básicas, pueden reducir drásticamente la exposición a fraudes durante el Black Friday y otras campañas comerciales.
Los fraudes crecen durante las campañas de descuentos
El aumento de los fraudes en fechas señaladas no es casual. Los ciberdelincuentes saben que los consumidores bajan la guardia ante la avalancha de ofertas. De acuerdo con un estudio del Observatorio Español de Ciberseguridad, el 35 % de los fraudes online en España se producen durante campañas comerciales como Black Friday o Navidad. En el caso de las personas mayores, la combinación de desconocimiento y confianza hace que sean un objetivo preferente.
Durante estas semanas, se incrementan los mensajes que incluyen enlaces a supuestas promociones, comprobantes de envío o actualizaciones de pedidos. Muchos imitan la apariencia de plataformas reales, como Amazon o Correos, utilizando logotipos, colores y textos oficiales. Los expertos en seguridad recomiendan no abrir ningún enlace que llegue por mensajería instantánea, sino acceder directamente desde la web oficial.
Accesibilidad, ciberseguridad y confianza digital
El reto para el futuro y evitar fraudes pasa por integrar la accesibilidad y la seguridad en un mismo enfoque. Las aplicaciones más utilizadas deben ofrecer configuraciones simplificadas y guías visuales adaptadas a usuarios con menor experiencia tecnológica. En este sentido, Bleta trabaja en el desarrollo de interfaces intuitivas y procesos automatizados de configuración segura, de modo que los mayores no tengan que navegar por menús complejos para activar protecciones básicas.
La compañía recuerda que la confianza digital no se logra solo con tecnología, sino también con acompañamiento y educación. “La brecha digital no es solo cuestión de edad, sino de comprensión”, apunta Pinar. “Si enseñamos a usar las herramientas con seguridad, los mayores no solo estarán protegidos, sino que también podrán disfrutar de los beneficios de la conectividad sin miedo.”
El Black Friday vuelve a poner a prueba la capacidad de los consumidores para distinguir entre una oferta real y los fraudes. Para las personas mayores, el reto no es solo aprovechar los descuentos, sino hacerlo con información, prevención y apoyo.
La tecnología, bien entendida, puede ser su mejor aliada frente a quienes buscan aprovecharse del desconocimiento. En un entorno digital cada vez más complejo, la educación en seguridad será la herramienta más efectiva para evitar sustos que ningún descuento justifica.








