La noticia que recogemos en Gossip, la sección de corazón de Merca2, aborda una de las confesiones más sinceras y delicadas que ha hecho Ana María Aldón en los últimos meses. La colaboradora de televisión ha decidido romper su silencio para hablar de un tema que le preocupa profundamente: la muerte de Michu, expareja de José Fernando Ortega Cano y madre de la hija que ambos tuvieron en común. Desde el fallecimiento de la joven gaditana el pasado 8 de julio de 2025, se ha especulado sobre el testamento y las últimas voluntades que habría dejado escritas, especialmente una que afecta de lleno a la diseñadora: su posible deseo de que Aldón y Ortega Cano se hicieran cargo de la tutela de la pequeña.
1El testamento de Michu
Durante su intervención en el programa ‘Fiesta’, Aldón mostró su inquietud al respecto y confesó que, meses después del fallecimiento de Michu, nadie se ha puesto en contacto con ella para comunicarle si efectivamente figura en el testamento como tutora de la niña. “Quiero saber por qué conmigo no se ha puesto nadie en contacto. Creo que hay algo que se me escapa”, declaraba visiblemente alterada, asegurando que Michu le hizo una petición muy concreta antes de morir. Según Ana María, fue la propia Michu quien, en una conversación íntima, le pidió que se hiciera cargo de su hija en caso de que algo le ocurriera. Esta promesa, dice, la mantiene despierta y ansiosa desde entonces.
La diseñadora explicaba que el asunto le provoca una gran ansiedad y que necesita tener certezas para poder seguir adelante. “Si estoy, asumiré lo que me corresponda”, afirmaba con determinación, dejando claro que está dispuesta a cumplir con el compromiso que hizo con la joven gaditana. Sin embargo, lo que más la desconcierta es no saber si en el documento legal aparece mencionada como “mujer de Ortega Cano”, ya que en el momento de la muerte de Michu ya no estaban casados. “Necesito saber si aparezco como solidaria o si estoy incluida de alguna manera”, añadió. Los colaboradores del programa señalaron que este detalle “lo cambia todo”, pues podría modificar las implicaciones legales y morales del asunto.
Aldón también dejó caer que tiene información según la cual alguien debería haberla informado oficialmente, pero eso nunca ocurrió. “El día de su fallecimiento estuve toda la noche sin dormir porque sabía lo que me había pedido y lo que quería que pasara con su hija”, relató, dejando ver el grado de compromiso emocional que mantiene con la pequeña. Al mismo tiempo, reconoció que distingue entre lo legal y lo moral, pero exigió que se aclare la situación para poder actuar de manera responsable. En palabras suyas, no busca protagonismo, sino “tranquilidad y claridad” para cumplir, si es el caso, con la voluntad de quien ya no está.
