sábado, 1 noviembre 2025

Alberto Boniato, atleta paralímpico y creador de contenido, nos enseña como funciona el Samur de Madrid por dentro

El atleta paralímpico y creador de contenido Alberto Boniato se adentra en la base central del Samur de Madrid para mostrar desde dentro la labor, el esfuerzo y la humanidad de quienes salvan vidas cada día.

En Madrid, entre el pulso incesante de la ciudad y el murmullo de las sirenas, un creador de contenido y atleta paralímpico decidió mirar más allá de lo visible. Alberto Boniato, conocido por su cercanía y su forma de narrar lo cotidiano con profundidad, se adentró en el mundo del Samur para mostrar cómo funciona uno de los servicios de emergencia más admirados de España.

Durante varios días, el deportista convivió con los equipos del Samur Protección Civil, recorriendo pasillos, bases y ambulancias, pero sobre todo, descubriendo el alma de quienes dedican su vida a salvar otras. Su objetivo fue claro: dar a conocer la labor silenciosa, profesional y humana que se esconde detrás de cada intervención.

Publicidad

El latido constante del Samur

El latido constante del Samur
Fuente: Ayuntamiento de Madrid

La base cero del Samur, situada en la Casa de Campo, es el corazón operativo de un sistema que nunca se detiene. Allí, más de 60 personas comienzan su jornada a las diez de la mañana para trabajar sin descanso hasta el día siguiente. El ritmo no da tregua: cada guardia es una coreografía perfectamente sincronizada de médicos, enfermeros, técnicos y voluntarios.

El jefe adjunto Emilio, una de las voces que guió a Boniato en su recorrido, explicó que el Samur coordina 250 vehículos, 900 sanitarios y más de 10.000 voluntarios. Cifras que impresionan, pero que solo cobran verdadero sentido cuando se observan de cerca. Cada año, este cuerpo realiza más de 160.000 intervenciones, lo que equivale a unas 500 asistencias diarias. En sus tres décadas de historia, el Samur ha atendido a más de tres millones de personas.

Más allá de las estadísticas, lo que realmente distingue al Samur es su capacidad para ofrecer atención médica avanzada en el mismo lugar del incidente. Sus unidades móviles cuentan con tecnología de electromedicina, respiradores, desfibriladores y todo lo necesario para realizar maniobras de soporte vital avanzado. No se trata solo de trasladar pacientes, sino de tratarlos in situ, de devolverles la esperanza antes de que lleguen al hospital.

Más que un servicio, una vocación

YouTube video

En su recorrido, Boniato descubrió algo que no siempre se ve: la dimensión humana del trabajo. Los profesionales del Samur conviven con el dolor, la urgencia y la incertidumbre, pero también con la gratitud y la vida. Detrás de cada uniforme hay historias de entrega y resiliencia. Muchos de ellos, con más de treinta años de servicio, confiesan que lo más duro no son los grandes atentados ni las catástrofes, sino la miseria silenciosa de quienes viven al margen.

El Samur comparte espacio con Protección Civil, un cuerpo de apoyo fundamental que interviene en eventos masivos, maratones o festivales, donde su labor es garantizar la seguridad de miles de personas. Allí colaboran estudiantes de medicina, enfermería o técnicos sanitarios que dedican su tiempo libre a ayudar.

Durante su visita, Boniato también participó en una simulación de reanimación cardiopulmonar. Guiado por instructores, aprendió la técnica que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Cada año, el Samur forma a más de 30.000 personas en esta disciplina, consciente de que el conocimiento ciudadano puede salvar vidas antes de que llegue la ambulancia.


Publicidad