jueves, 30 octubre 2025

El caso por la venta de armas a Israel salpica a Sidenor y retrasa su acuerdo con Talgo

Una nueva complicación amenaza el acuerdo de Talgo y Sidenor

El drama de Talgo sigue sumando giros de guión inesperados. Tras meses en los que Sidenor daba largas al fabricante para hacerse con el control el porcentaje de sus acciones, ahora una imputación de la Audiencia Nacional al presidente de la empresa vasca, José Antonio Jainaga, por «ventas de armas irregulares» al Estado de Israel, en mitad de la orden de cortar toda venta de armamento a ese país por parte del Gobierno Nacional. 

De momento, desde el gobierno vasco solo se habla de que siga avanzando la operación, y de apostar por la presunción de inocencia de Jainaga. Sin embargo, el hecho de que la operación dependa de la SEPI hace que sea complicado ignorar la imputación, y más aún cuando el motivo es un punto tan delicado para la política internacional del gobierno actual como la relación política y comercial del país con Israel en medio del todavía vivo conflicto en Gaza. 

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Mientras tanto, los problemas de Talgo que hacen necesario el avance del acuerdo, en particular la acumulación de pedidos retrasados de trenes que ya se han traducido en la millonaria sanción de Renfe, por encima de 100 millones de euros, y en una renegociación con la alemana Deutsche Bahn, para reducir la cantidad de trenes en el reciente pedido para el sistema de alta velocidad del país teutón. Es una situación compleja para el fabricante, que sigue apostando por el comprador español, sobre todo tras el esfuerzo del propio gobierno no solo para vetar la opa de Hungría, sino también por espantar la de Polonia, de Pesa, y la de India, de Júpiter Wagons

De momento no hay señal de que la SEPI piense alejarse de la operación, lo que sí parece evidente es que ya no se atreve ninguna de las partes a poner una fecha al acuerdo. Ya el día de ayer el consejero de Hacienda y Finanzas del País Vasco, Noël d’Anjou, ha dicho que sería temerario poner una fecha para la entrega, con el cierre del año cada día más cerca y la situación de la empresa cada día más delicada. En esta situación, la propia Talgo ha hecho una presentación de resultados con sensación de desastre para los accionistas, que siguen viendo como el valor de la empresa se reduce. 

Es un círculo vicioso, desde Sidenor hubo dudas sobre el valor de la operación por la caída en el precio de la acción de Talgo tras el veto a la opa de los húngaros, esto la retrasó y no solo mantuvo la caída, sino que ahora crea dudas reales sobre la operación. Será complejo resolver la situación, pero a pesar de la apuesta por mantener la españolidad del fabricante, la necesidad de un socio industrial obliga a empezar a buscar un plan B incluso si el gobierno espera conseguir una solución local. 

TALGO Y LA ALTA VELOCIDAD DE ESPAÑA

Lo cierto es que el fabricante no solo es considerado una empieza estratégica dentro de la economía española, como lo ha señalado el propio Óscar Puente, sino que será clave en el futuro inmediato de España. Ya se ha señalado que la segunda etapa de la liberalización de la alta velocidad, que destaca por las rutas a Galicia, necesita trenes de ancho variable para algunos de los destinos más importantes, y de momento Talgo es el único fabricante con un modelo de ancho variable en el mercado que funciona en la alta velocidad, precisamente el Avril, y no hay un competidor que de momento apueste por su versión de uno de estos trenes.

Un cartel indica la sede de Talgo, a 9 de febrero de 2025, en Madrid (España). Fuente: Agencias
Un cartel indica la sede de Talgo, a 9 de febrero de 2025, en Madrid (España). Fuente: Agencias

Esto hace que la llegada de los competidores de Renfe a Galicia dependa de Talgo. Tanto Ouigo como Iryo han sondeado opciones, a la espera de que Adif publique las condiciones de la segunda etapa de esta liberalización. Esto suma un reloj en contra al acuerdo, a la espera de un avance por parte de las empresas involucradas.

POCAS OPCIONES FUERA DE ESPAÑA

Con CAF sin mover un dedo para explorar una posible compra de la empresa desde que inició el proceso, la única solución en caso de que Sidenor acabe retirándose de la operación es buscar una solución fuera del país. De momento no se explora la opción, con la españolidad de Talgo todavía como prioridad, pero sus problemas económicos hacen que no se pueda solo dejar de lado la búsqueda de un socio industrial. 

De momento se busca seguir avanzando con el acuerdo planteado con Sidenor. Pero siguen apareciendo obstáculos y el calendario sigue avanzando sin una solución evidente en el horizonte de la empresa. 


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