Nueve plantas en un solar de unos 5.000 metros cuadrados. Así es la nueva sede que Luckia prevé inaugurar próximamente en A Coruña, Galicia. La tierra natal de José González y Alfredo González, fundadores de la compañía hace cuatro décadas bajo el nombre de Egasa. Sin embargo, la realidad actual del grupo es muy distinta, al menos en lo que respecta a su división de juego online, cuya sede social se encuentra en la otra punta de España, en Ceuta. A ello se suma la presencia internacional de sus filiales en lugares como Malta, Perú, México o incluso Camerún. En cualquier caso, sus resultados vuelven a brillar.
En el último año, la filial digital de Luckia, Luckia Game, registró una facturación de 148,3 millones de euros en 2024 —las últimas cuentas presentadas—, lo que supone un incremento del 15% respecto a los 129 millones alcanzados en 2023. Un crecimiento significativo que, junto al control de costes, permitió disparar el beneficio de explotación en torno a un 25% y las ganancias netas por encima del 30% respecto al ejercicio anterior. Además, los flujos de efectivo de explotación —es decir, los cobros menos los pagos reales— crecieron un 37%.
En resumen, Luckia cerró 2024 con unos sólidos resultados operativos, lo que le permitió recompensar a su matriz con un importante dividendo. En concreto, la junta directiva de la filial aprobó un pago de 10,7 millones de euros, un 36% más que el año anterior.
Luckia: menos apuestas deportivas y más casino
«Tenemos un pequeño tamaño comparado con nuestros competidores, que facturan 3.000 o 4.000 millones de euros […] Bet365 gasta al año entre bonos y publicidad 336 millones de euros y tenemos que competir con ellos”, explicaba hace años José González Fuentes, presidente de Luckia. Desde aquella entrevista, concedida en 2018, la brecha parece cada vez más difícil de cerrar. En especial, por el comportamiento del mercado de las apuestas deportivas.
En 2024, Luckia ingresó algo más de 121 millones de euros por esta vía, un 11,5% más que el año anterior, aunque todavía un 21% menos que en 2018. Ese contraste resulta muy diferente si se observan otras modalidades de juego. En el área de casino, el crecimiento frente a 2018 es del 153%; en el ‘casino live’, del 21,7%, y del 121% respecto a 2017; mientras que en las tragaperras o slots —que cuentan ahora con una fuerte versión digital— los ingresos se han disparado un 456%.
La competencia a la que se refería González también se refleja en el gasto del grupo. Por ejemplo, en 2017 Luckia destinó unos 2,3 millones de euros a bonos para atraer jugadores; en 2018, la cifra subió a 4,3 millones, y en el último ejercicio alcanzó casi 5,8 millones, un aumento del 152% en ese periodo. Resulta significativo, además, que esa evolución del negocio —menos apuestas deportivas y más casino y slots— se haya traducido en una mayor rentabilidad: si en 2018 el 90% de la recaudación retornaba como premio a los jugadores, en 2024 ese porcentaje se redujo al 75%.
La compleja red geográfica de Luckia
Una de las particularidades de Luckia, especialmente de su filial Luckia Games, es su singular red geográfica. Todo comienza con su sede social, ubicada en el número 3 de la Calle Real de Ceuta, a unos 1.140 kilómetros de la sede central del grupo, Egasa Investment Corporation, situada en la calle Severo Ochoa de A Coruña.
A primera vista, puede parecer una elección extraña —y lo es—, aunque la explicación es sencilla: la fiscalidad. Ceuta ofrece importantes incentivos fiscales a las empresas que se instalan allí, como una tributación del 10% sobre los ingresos netos (la mitad que en el resto de España) y un tipo de IPSI, equivalente al IVA, del 0,5% para los servicios de juego online.
Estas ventajas fiscales y regulatorias también explican la presencia de Luckia en Malta, país donde operan buena parte de las grandes empresas del sector. Sin embargo, otras apuestas internacionales del grupo resultan más peculiares, como sus filiales en Perú (Luckia Perú) y México (Luckia Mexicana). Aunque la más llamativa es, sin duda, su filial en Camerún, considerada por la empresa como la puerta de entrada al continente africano.
«El actual abanico de productos online es parte de la estrategia omnicanal desplegada en el continente africano», señalan desde la compañía. Pese a que en 2024 la sociedad camerunesa registró pérdidas de cerca de medio millón de euros, Luckia mantiene su apuesta. De hecho, amplió recientemente la línea de crédito para esta filial, pasando de un millón a 4,5 millones de euros, de los que ya ha utilizado aproximadamente la mitad. ¡Por algo hay que empezar!








