Durante una jornada inolvidable, los reconocidos creadores de contenido Plex y El Xokas cambiaron los mandos y las cámaras por uniformes de la fuerza de seguridad, sumergiéndose en una experiencia que combinó humor, tensión y aprendizaje. Acompañados por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, los streamers mostraron, a su manera, la exigencia, el peligro y la humanidad que hay detrás de cada intervención.
El video, grabado en Murcia, no tardó en convertirse en tendencia. Con el estilo espontáneo que los caracteriza, ambos recorrieron comisarías, conocieron a los policías de las unidades caninas y de desactivación de explosivos (TEDAX), y se enfrentaron a una noche de patrullaje real. Pero, más allá del entretenimiento, su aventura sirvió para visibilizar la complejidad de un trabajo que muchos desconocen.
Entre patrullas, perros policía y adrenalina pura
Desde el primer minuto, Plex y El Xokas se mostraron fascinados por la labor de los policías. En la unidad canina, observaron cómo los perros detectan drogas, billetes falsos y armas. Mango, uno de los protagonistas peludos del día, les enseñó que no solo es cuestión de olfato, sino de disciplina y entrenamiento. “Los policías caninos son parte esencial del cuerpo”, destacó uno de los agentes, mientras ambos streamers bromeaban intentando adivinar qué vehículo escondía un explosivo simulado.
Más tarde, conocieron a los TEDAX, los especialistas en desactivación de explosivos y amenazas químicas. Vestirse con el traje antibombas, que pesa más de 30 kilos, fue una prueba de resistencia. “Esto es como un videojuego, pero real”, comentó El Xokas, empapado en sudor tras unos minutos dentro del traje. Su reacción, entre asombro y respeto, dejó en claro la dureza del oficio policial. “Aquí no hay margen de error”, añadió uno de los policías a cargo del entrenamiento.
Una noche patrullando las calles: el lado más humano de la policía

Cuando cayó la noche, llegó el momento más esperado: subirse al furgón y patrullar la ciudad. En compañía de tres unidades, Plex y El Xokas participaron en controles de carretera, identificaciones y operativos contra el tráfico de drogas. Desde el interior del vehículo, pudieron vivir de cerca cómo los policías actúan ante situaciones que cambian en segundos: una persecución, un sospechoso que huye, una casa convertida en plantación ilegal.
En uno de los operativos, un hombre abandonó su furgón y escapó corriendo al ver llegar a la policía. Dentro del vehículo, los agentes hallaron sacos de abono y material utilizado para el cultivo de marihuana. “Prefirió perder el coche antes que la libertad”, comentó Plex, sorprendido por la escena. Esa mezcla de adrenalina, peligro y rutina les permitió comprender que ser policía es mucho más que portar un uniforme: implica responsabilidad, coraje y vocación de servicio.
El recorrido terminó con aplausos, selfies y una reflexión compartida: detrás de cada patrulla hay historias humanas, sacrificios y un compromiso silencioso por proteger. “Hoy entendemos un poco mejor lo que significa ser policía”, concluyó El Xokas, mientras Plex asentía, exhausto pero con una sonrisa.









