Sergio Fernández, emprendedor de 46 años, CEO del Instituto Pensamiento Positivo y referente en educación financiera en España, sostiene una premisa que rompe con los esquemas habituales: “Uno no debería pedir dinero nunca, este es el principio clave, aunque existen excepciones”. Para él, la verdadera libertad financiera no se logra con atajos ni créditos fáciles, sino mediante disciplina, hábitos saludables y una visión holística de la vida.
En conversación con el podcast Balance, Fernández explica que muchas personas viven atrapadas en una rueda de deuda y consumo. “La gente no ahorra dinero, como no ahorra se endeuda, y al pagar intereses de esa deuda, ya está atrapada en una rueda de la que parece imposible salir. Si ganas 1.000 euros y vives con 500, ¿qué es vivir?”, reflexiona.
El arte del balance desbalanceado: éxito financiero y calidad de vida van de la mano

Fernández sostiene que la pobreza no es solo económica, sino también de hábitos y de conocimiento. “Hay tres niveles en la vida: ser, hacer y tener. Solo puedes tener si has hecho ciertas cosas, y solo puedes hacer ciertas cosas si eres de determinada manera. Por eso la riqueza económica por sí sola no garantiza estabilidad ni bienestar”.
Para el emprendedor, el éxito no se mide únicamente por el dinero, sino por el equilibrio entre las distintas áreas de la vida: salud, relaciones, propósito y desarrollo personal. “Creo en el balance desbalanceado. La vida no es perfectamente equilibrada; a veces toca trabajar mucho, otras veces priorizar la familia o la salud. Lo importante es mantener la perspectiva a largo plazo”.
Por qué la libertad financiera empieza por entender tu dinero, tu mente y tus hábitos
Por qué la libertad financiera empieza por entender tu dinero, tu mente y tus hábitos
La educación financiera, según Fernández, empieza con sentido común y responsabilidad. Recomienda evitar endeudarse para gastos superfluos como coches o vacaciones, y reservar el crédito solo para casos excepcionales: inversiones en educación, salud urgente o crecimiento empresarial comprobado. “Si no sabes gestionar tu dinero, ¿cómo vas a pedir prestado el de otros?”, sentencia.
El control de ingresos y gastos de dinero es otro pilar de su método. Fernández subraya que entender exactamente cuánto se gana, en qué se gasta y por qué, permite tomar decisiones conscientes y evita la manipulación externa. “Cuando controlas tu vida financiera, te das cuenta de que muchos cuentos de inflación o promesas rápidas de enriquecimiento son simples distracciones”, afirma.
Además, Fernández pone el acento en la importancia de los hábitos y la paciencia más allá del dinero: “La libertad financiera es un proceso a medio y largo plazo. No se trata de multiplicar inversiones en un día, sino de ser constante, aprender y repetir acciones correctas a lo largo de los años. Como en la fábula de la tortuga y la liebre, la constancia vence al azar y a la prisa”.
Finalmente, para él, la verdadera riqueza es integral: incluye salud, relaciones, educación y propósito. “Lo importante no es el dinero que tienes, sino en la persona en la que te has convertido mientras lo construías. La libertad financiera llega por añadidura, pero lo que permanece es la disciplina, la curiosidad y la capacidad de generar valor en tu entorno”.









