Las cadenas son ese accesorio que muchos guardan en el maletero solo cuando llega la primera nevada y, aun así, a veces ni lo tocan. Pero ojo, porque este año la DGT va a ser mucho más estricta, y llevarlas no será solo una recomendación. Quedarse tirado en mitad de un puerto de montaña por no prever el mal tiempo puede salir caro, muy caro. Y no hablamos solo de dinero, sino del susto de quedarse bloqueado con el coche congelado cuando menos te lo esperas. Es hora de reconsiderar, la importancia de llevar cadenas siempre.
Las cadenas para el coche no son precisamente un elemento glamuroso, pero sí una herramienta que separa la seguridad del desastre en plena nevada. Su uso no es opcional cuando las condiciones de la carretera se complican, y este invierno la cosa pinta blanca. Si la DGT detecta que circulas sin ellas cuando son obligatorias, te puede caer una multa de hasta 200 euros y, además, inmovilizarte el vehículo. Es decir, para no lamentarlo, es mejor tener cadenas que quedarse tirado.
UN INVIERNO CON NUEVAS REGLAS
La DGT ha anunciado controles más rigurosos en puertos y autovías de montaña, especialmente en días de nieve. La instalación de cadenas será obligatoria en determinadas zonas cuando lo indiquen los paneles luminosos o los agentes. Quien no cumpla, no sigue su camino. La sanción, de 200 euros, incluye además la inmovilización del coche hasta que se solvente la situación. Prepárate, porque este invierno podría ser el más vigilado en años.
Además, las autoridades han advertido que incluso guardar las cadenas en mal estado puede ser motivo de sanción si no son funcionales. No basta con tenerlas “por si acaso”. Deben ser compatibles con los neumáticos del vehículo y estar en condición de uso. Así que más vale comprobarlas antes de salir de viaje. Las multas por incumplimiento pueden variar, pero lo que seguro no cambia es que quedarte bloqueado en la nieve siempre tiene un precio alto.
LOS NUEVOS DISPOSITIVOS PARA NIEVE
Ya no solo existen las tradicionales cadenas metálicas que todos recordamos. Ahora hay modelos textiles, semiautomáticos y ultrarrápidos que facilitan la instalación en minutos, incluso bajo una nevada intensa. Su precio ronda entre 30 y 100 euros, dependiendo de la calidad y el tamaño. La clave está en elegir bien: deben ajustarse al neumático como un guante. Las versiones modernas prometen menos ruido y una conducción más suave, algo muy de agradecer en trayectos largos y fríos.
El mercado ha crecido tanto que muchos conductores apenas saben qué comprar. Para los que evitan las viejas cadenas metálicas, las fundas textiles son la alternativa más práctica. No dañan las llantas y se montan sin esfuerzo. Algunas marcas las certifican como equivalentes a las cadenas tradicionales para cumplir la normativa. Así que, si odias los guantes helados y los dedos congelados, invierte en una opción moderna, más cómoda y segura de colocar.
LLEVARLAS NO ES SOLO POR MULTA
Aunque muchos creen que tener cadenas es únicamente una exigencia legal, en realidad son un salvavidas. La nieve reduce drásticamente la tracción, y sin ellas el coche puede convertirse en un trineo incontrolable. Conducir cuesta arriba o frenar a tiempo se vuelve casi imposible. En condiciones extremas, ni los sistemas electrónicos de ayuda logran compensar la falta de agarre. Y sí, aunque tengas un SUV con tracción total, eso no te libra del riesgo.
Llevar cadenas debería ser tan natural como revisar los niveles del coche antes de un viaje largo. La Dirección General de Tráfico insiste en que solo con una preparación adecuada se evitan los colapsos invernales que cada año bloquean carreteras enteras. En países como Francia o Italia incluso las exigen durante toda la temporada invernal en ciertas regiones. Así que no esperes la multa: evita problemas y demuestra que eres un conductor precavido.
DÓNDE Y CUÁNDO SON OBLIGATORIAS
La obligación depende del tipo de vía y las condiciones meteorológicas. Si hay señales que lo indiquen o si los paneles informativos anuncian uso obligatorio, más vale detenerse y colocarlas. De hecho, circular sin ellas en esos tramos puede derivar en sanciones inmediatas de los agentes. También conviene saber que si bloqueas una vía por no tener cadenas puestas, estarás obstaculizando el paso de vehículos de emergencia, lo cual agrava la infracción.
Otro detalle poco conocido es que, en algunos lugares, basta con llevar las cadenas en el maletero para poder continuar, siempre que las autoridades no las exijan colocadas todavía. Aun así, hay que asegurarse de saber instalarlas adecuadamente. Practicar antes de emprender el viaje puede ahorrarte minutos preciosos bajo la ventisca. Además, según la cadena más recomendada por expertos, las de acero galvanizado siguen siendo las más duraderas y efectivas.
NO SOLO NIEVE: EL HIELO TAMBIÉN AMENAZA
El hielo es, con diferencia, más peligroso que la nieve. No lo ves venir y convierte cualquier curva en una pista de patinaje. Las cadenas ayudan, pero lo mejor es moderar la velocidad y evitar frenazos bruscos. Los conductores experimentados saben que el control del vehículo depende tanto de la destreza como del equipamiento. En pendientes prolongadas, bajar despacio y con marchas cortas puede ser la diferencia entre seguir o quedarse cruzado en la calzada.
Recuerda que los neumáticos de invierno no sustituyen del todo a las cadenas, aunque mejoran notablemente el comportamiento del vehículo. Lo ideal es combinar ambos si vives en zonas frías o montañosas. En España, donde los contrastes meteorológicos son cada vez más extremos, esta precaución vale oro. Evitar un susto helado a tiempo siempre será mejor que lamentarlo después.
TU COCHE, LISTO ANTES DEL FRÍO
Antes de que llegue el primer temporal, comprueba que tu coche está preparado. Revisa baterías, frenos, limpiaparabrisas y, claro, las cadenas. Si las tuyas están oxidadas o deterioradas, reemplázalas por unas nuevas. Y no las guardes al fondo del maletero, donde nunca las encuentras cuando las necesitas. Colócalas a mano junto con guantes, linterna y un chaleco reflectante. Así estarás listo para cualquier imprevisto.
La próxima vez que planees un viaje de invierno, recuerda que una simple nevada puede cambiarlo todo. Tener las cadenas listas no solo evita sanciones, sino que también protege a quienes te acompañan. Y eso, al final, es lo único que de verdad importa: llegar seguro. Porque no hay destino que compense, el riesgo de conducir sin cadenas.











