sábado, 25 octubre 2025

Menopausia sin drama: los 10 alimentos “medicina” que activan tus hormonas y calman los sofocos

- Marta León explica cómo entender la salud hormonal femenina a partir de los 40 puede transformar el bienestar y devolverle equilibrio al cuerpo.

La menopausia no es el final de nada, es el comienzo de una nueva forma de entenderte.
A partir de los 40, muchas mujeres sienten que su cuerpo empieza a hablar un idioma distinto. Lo que antes funcionaba sin pensarlo —comer lo de siempre, entrenar igual, dormir poco— deja de dar resultado. La báscula se vuelve terca, la energía baja, el humor se resiente. Y de fondo, aparece una sensación nueva, a veces confusa: el cuerpo está cambiando de ritmo.

La experta en salud femenina Marta León, especializada en alimentación y salud hormonal, explica que este umbral marca el inicio de una nueva etapa, el climaterio, una transición que conviene mirar sin miedo, pero con atención.
“El metabolismo cambia de velocidad. Ya no compensa igual los desajustes, y empieza a pedir un cuidado más consciente, más premium”, comenta con naturalidad. Y no se refiere a lujo, sino a calidad, consciencia y autocuidado.

Publicidad

Un eje invisible: el intestino y los ovarios

menopausia
A partir de los 40, el cuerpo aprende a hablar otro idioma. Fuente:Canva

Entre los temas que más sorprenden a sus pacientes está el llamado eje intestino-ovarios. Marta León lo describe como un puente silencioso que une la digestión con las hormonas.
“La microbiota intestinal y el estroboloma —ese pequeño ejército de bacterias encargadas de reciclar los estrógenos— son los guardianes del equilibrio hormonal”, explica.

Cuando el intestino está inflamado o saturado, el cuerpo pierde esa capacidad de gestionar bien las hormonas, y los síntomas del climaterio se agravan: sofocos, hinchazón, dificultad para perder peso o incluso más cansancio.
¿Por qué ocurre? Porque ante la caída del estradiol, los ovarios fabrican menos estrógenos y el cuerpo activa su plan B: los depósitos de grasa. “A partir de los 40, el cuerpo empieza a ver la grasa como un tesoro”, dice León entre risas. “La usa para crear estronas, una versión más barata del estrógeno. Por eso cuesta tanto adelgazar: el cuerpo está intentando protegernos, no sabotearnos”.

Comer para equilibrar: diez alimentos que curan desde dentro

Equilibrio natural Merca2.es
Alimentarse bien también es una forma de escucharse. Fuente:Canva

Lejos de resignarse, Marta León lo tiene claro: en todos los casos se puede mejorar la salud hormonal a través de la alimentación.
“Cada bocado puede ser una medicina”, repite. Por eso propone incorporar diez alimentos que actúan como aliados hormonales:

  • Brócoli, un depurador hormonal que limpia el hígado y reduce los sofocos.
  • Pescado azul, rico en Omega 3, “el ibuprofeno de la naturaleza”.
  • Huevos, un antidepresivo natural y fuente de vitaminas del grupo B.
  • Lentejas, cargadas de fitoestrógenos que suavizan los síntomas del climaterio.
  • Zanahorias, que cuidan las mucosas y mejoran la digestión.
  • Jengibre, ese toque picante que activa el metabolismo.
  • Patata enfriada, que tras pasar por la nevera se vuelve prebiótica, amiga del intestino.
  • Aceite de oliva virgen extra, un oro líquido lleno de Omega 9 y regeneración.
  • Semillas de lino, que hidratan y protegen el sistema digestivo.
  • Kéfir, el fermentado que mima la microbiota y refuerza las defensas.

“Es increíble cómo cambia el cuerpo cuando le das lo que necesita de verdad”, dice León.

Pequeños hábitos, grandes resultados

Cuidarse bien Merca2.es
La salud hormonal femenina empieza en los pequeños gestos. Fuente:Canva

Además de los alimentos, Marta insiste en la importancia de las rutinas. No hace falta hacerlo perfecto, basta con hacerlo con cariño.

  • Una infusión antiinflamatoria (orégano, tomillo, anís, clavo y jengibre) para combatir la hinchazón.
  • Cambiar el orden de los alimentos: primero fibra, luego proteína, después hidratos, para controlar el azúcar.
  • Ajustar el “plato Harvard” a esta etapa: más proteína, más grasa buena y menos carbohidratos.
  • Revisar vitamina D, magnesio, calcio y K, las grandes aliadas de los huesos.
  • Usar sal buena —marina o de roca— en lugar de refinadas.
  • En casos de hipotiroidismo o Hashimoto, reforzar con pescado, hierro, vitamina D y alimentos naranjas.
  • Ayunar sin castigar el cuerpo: al menos 12 horas de descanso digestivo, pero si se entrena por la mañana, mejor comer algo ligero antes.
  • Y sobre todo, planificar sin estrés. Cocinar legumbres o patatas con antelación puede parecer poco, pero cambia el día a día.

Cuidarse no es exigirse, es escucharse

Hormonas felices Merca2.es
El equilibrio se construye día a día, con calma y constancia. Fuente:Canva

En cada charla, Marta León deja una frase que se queda grabada:

“La salud hormonal no es cuestión de suerte, es una consecuencia de cómo vives.”

Y no podría tener más razón. A partir de los 40, el cuerpo no pide sacrificios, sino atención. Pide tiempo, descanso y comida real. Pide que lo escuchemos.

Porque cuando entendemos sus señales, la menopausia deja de ser un muro y se convierte en una etapa de sabiduría, calma y equilibrio.
Una época en la que, más que sobrevivir, toca vivirse.

YouTube video

Publicidad