Sara Romero, especialista en mama de la SERAM: “Cada mamografía a tiempo puede salvar una vida”

Cada dos años, miles de mujeres reciben una invitación que puede marcar la diferencia.

Sara Romero, especialista en mama de la SERAM: “Cada mamografía a tiempo puede salvar una vida”

En la salud pública nos beneficia en la vida, pocas estrategias han demostrado ser tan eficaces y al mismo tiempo tan humanas como el cribado poblacional del cáncer de mama, o el llamado screening, que ha cambiado lógicamente la forma de abordar una de las enfermedades más frecuentes en las mujeres y afectando en su vida. Por la detección a partir del screening, actualmente, las tasas de curación del cáncer de mama en mujeres mayores de 50 años alcanzan cota muy altas, según los datos presentados por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).

UN PROCESO COORDINADO PARA CUIDAR LA VIDA

UN PROCESO COORDINADO PARA CUIDAR LA VIDA
Fuente: FREEPIK

La posibilidad de participar en el programa de cribaje no depende de la suerte o de la voluntad de cada uno/a, sino que forma parte de un programa de salud organizado. Las autoridades sanitarias contactan a las mujeres que corresponden en edad recomendada, entre los 50 y 69 años, con la invitación para hacerse la prueba. Esta cuestión, pueda que burocrática, resulta esencial: elimina las barreras y el acceso para todas las mujeres, independientemente del nivel económico o del conocimiento de la enfermedad en la vida.

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La doctora Sara Romero, especialista en el cáncer de mama en la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), explica que el programa se ha ido mejorando con los años. Y actualmente, varias comunidades autónomas están ampliando su franja de edades para incluir las mujeres de 45 hasta 74, motivadas por nuevos hallazgos científicos para salvar la vida.

LA LECTURA SILENCIOSA QUE CAMBIA DESTINOS

Sara Romero, especialista en mama de la SERAM: “Cada mamografía a tiempo puede salvar una vida”
Fuente: FREEPIK

Una vez tomadas las imágenes, el trabajo queda ahora en manos de los radiólogos, los cuales, si bien no realizan la prueba, son los responsables de interpretarla de forma precisa y con experiencia. Los estudios se revisan en diferido, con calma y rigor, a la búsqueda de cualquier signo que merezca estudio o seguimiento para una vida sana.

En caso de que una imagen despierte sospechas, los especialistas valoran la forma, los márgenes y la distribución de la lesión antes de emitir su diagnóstico. No se trata de un proceso inmediato, pero sí es un proceso profundamente responsable, ya que una lectura rápida puede provocar problemas emocionales y de salud de envergadura. Cada caso se estudia, pues, con la máxima atención, asegurando que los resultados sean fiables y claros. Las mujeres siempre reciben, en carta, llamada, SMS, aviso u otro medio, la notificación de la lectura recibida. Este hecho, que a menudo ha pasado desapercibido, evidencia la voluntad del sistema en hacer que el proceso sea transparente y comunicativo.