jueves, 23 octubre 2025

Dr. Rubén Villar (57), nefrólogo: «Una simple molestia al orinar es la primera etapa de insuficiencia renal terminal: sin tratamiento te quedan semanas»

La insuficiencia renal avanza en silencio dentro de miles de españoles que ignoran los síntomas iniciales hasta que el daño es irreparable. Esa sensación incómoda al ir al baño que achacas al estrés o a haber bebido poco agua podría ser la primera alerta de un fallo renal que progresa sin frenos. El Dr. Rubén Villar, nefrólogo con casi tres décadas tratando enfermedades del riñón, advierte que cuando aparece el dolor intenso ya es tarde para revertir el proceso.

Miles de pacientes llegan a urgencias cada año creyendo que tienen una simple infección urinaria cuando en realidad padecen daño renal crónico. La pérdida de función en estos órganos vitales puede evolucionar en semanas hacia la etapa terminal si no se actúa de inmediato. Villar insiste en que reconocer las señales tempranas del deterioro renal es la única forma de evitar la diálisis o el trasplante.

Publicidad

¿POR QUÉ TU CUERPO NO TE AVISA A TIEMPO?

YouTube video

Los riñones tienen una capacidad extraordinaria para compensar el daño inicial y seguir funcionando aunque estén comprometidos. Esta habilidad natural hace que la insuficiencia renal progrese sin síntomas evidentes hasta que pierdes más del 70% de su capacidad. Cuando finalmente notas algo raro, el deterioro ya alcanzó niveles críticos que requieren intervención médica urgente.

El organismo prioriza mantener sus funciones básicas mientras los riñones trabajan al límite para filtrar toxinas. Esa molestia leve al orinar que ignoras durante semanas puede ser el único aviso que recibes antes de entrar en fase terminal. Villar explica que muchos pacientes rechazan la idea de hacerse análisis rutinarios hasta que aparecen síntomas severos como hinchazón generalizada o fatiga extrema.

LAS SEÑALES QUE CONFUNDES CON OTRAS DOLENCIAS

La mayoría atribuye el cansancio constante al trabajo excesivo o la falta de sueño sin sospechar problemas en el sistema renal. Cuando los riñones fallan, se acumulan toxinas que provocan debilidad muscular y agotamiento que no mejora con descanso. Ese picor persistente en la piel que crees alergia también surge cuando los desechos se acumulan en sangre.

Los cambios en la orina son la pista más clara de insuficiencia renal pero casi nadie les presta atención verdadera. Notar espuma abundante al orinar indica que las proteínas se filtran de forma anómala por daño en los riñones. El color oscuro o rojizo señala presencia de sangre microscópica que anticipa complicaciones graves si no se trata pronto.

EL AVANCE SILENCIOSO HACIA LA FASE TERMINAL

YouTube video

La progresión del daño renal sigue un patrón predecible que comienza con pequeñas alteraciones en los análisis de sangre. Los niveles elevados de creatinina demuestran que la filtración glomerular está cayendo peligrosamente y el riñón pierde capacidad para eliminar desechos. Villar advierte que cada etapa avanza más rápido que la anterior si el paciente no modifica hábitos ni recibe tratamiento especializado.

Cuando alcanzas la etapa cuatro de insuficiencia renal crónica apenas te quedan meses antes de necesitar diálisis. Los síntomas se vuelven imposibles de ignorar: náuseas matutinas, pérdida de apetito y confusión mental por acumulación de urea. El nefrólogo destaca que muchos llegan a consulta en esta fase crítica creyendo que tienen gripe o problemas digestivos.

LO QUE DESTROZA TUS RIÑONES SIN QUE LO SEPAS

La hipertensión arterial sin control daña los vasos sanguíneos renales de forma progresiva e irreversible. Cada cifra elevada de presión provoca microlesiones que reducen la función renal hasta provocar insuficiencia crónica. La diabetes mal controlada también destruye los filtros renales mediante un proceso llamado nefropatía diabética que afecta a millones de españoles.

El consumo habitual de antiinflamatorios como ibuprofeno representa un riesgo grave para la salud renal que pocos conocen. Tomar estos medicamentos con frecuencia genera daño acumulativo en las estructuras de filtración que puede derivar en insuficiencia terminal. Villar recomienda evitar automedicarse y consultar siempre antes de usar fármacos de forma prolongada.

CÓMO DETECTAR EL PROBLEMA ANTES DE QUE SEA TARDE

YouTube video

Un simple análisis de sangre revela los niveles de creatinina y urea que indican el estado real de tus riñones. Solicitar estas pruebas en el chequeo anual permite detectar alteraciones en etapas tempranas y reversibles antes de que avance la insuficiencia renal. El análisis de orina complementa el diagnóstico mostrando presencia de proteínas o sangre microscópica.

Las personas con antecedentes familiares de enfermedad renal deben vigilar su función cada seis meses sin excusas. La predisposición genética multiplica el riesgo de desarrollar insuficiencia renal crónica en edades más tempranas si no se toman medidas preventivas. Villar insiste en que mantener la presión arterial controlada y evitar el sobrepeso son claves para proteger estos órganos vitales.

LA DIFERENCIA ENTRE SALVAR TUS RIÑONES O PERDERLOS

Actuar durante las primeras etapas de deterioro renal permite frenar la progresión mediante cambios en el estilo de vida. Reducir el consumo de sal y proteínas animales alivia la carga de trabajo de los riñones y evita que la insuficiencia avance hacia fases terminales. Mantener una hidratación adecuada ayuda a eliminar toxinas de forma natural sin forzar estos órganos ya comprometidos.

Cuando el daño alcanza niveles críticos solo quedan opciones invasivas como diálisis tres veces por semana de por vida. Villar explica que muchos pacientes pierden calidad de vida drásticamente al depender de máquinas para filtrar su sangre porque ignoraron los síntomas iniciales. La prevención y detección temprana marcan la diferencia entre mantener tu independencia o quedar atado a tratamientos permanentes que limitan cada aspecto de tu existencia.


Publicidad