Matilde Fernández, exministra de Asuntos Sociales: «Los mayores no somos tan frágiles como parece»

A pesar de los estereotipos, los mayores muestran resiliencia frente a la soledad, mientras los jóvenes se enfrentan a un aislamiento creciente

Matilde Fernández, exministra de Asuntos Sociales: "Los mayores no somos tan frágiles como parece"

La soledad no deseada es algo que va más allá de ser un simple sentimiento, dado que constituye un fenómeno propio de la sociedad y que recorre todas las edades de las personas. Normalmente, se relaciona con los mayores, pero las personas que la padecen en mayor medida son los jóvenes, tal y como se detalla en el trabajo efectuado por Matilde Fernández, ex-ministra de Asuntos Sociales y actual presidenta del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada. Y eso precisamente nos habla de un reto para nuestra sociedad: la forma en la que podemos conectar a quienes, viviendo en un mundo hiperconectado, se sienten solas.

LA SOLEDAD EN JÓVENES Y MAYORES

Matilde Fernández, exministra de Asuntos Sociales: "Los mayores no somos tan frágiles como parece"
Fuente: ONCE

El Barómetro de la soledad no deseada en España establece que, entre los jóvenes, la prevalencia de la soledad no deseada es de catorce puntos porcentuales más que la media del mayoría de los tramos de edad, descendiendo progresivamente. La soledad es un fenómeno menor que no afectará únicamente a las personas mayores, como se pensaba anteriormente.

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La presión, la competitividad y la necesidad de validación a través de las redes que se están produciendo está facilitando que muchos jóvenes y adolescentes se sientan desconectados emocionalmente. Sin duda, el hecho de compartir frecuentemente la vida en las redes no es la solución para generar relaciones humanas plenas; en cambio, es la falta de contactos verdaderos lo que provoca desasosiego y soledad.

«La soledad no deseada hay que combatirla desde la comprensión y, sobre todo, desde la empatía», señala Matilde Fernández en el programa de Prevención. Añade que «cualquier persona, independientemente de la edad, necesita establecer relaciones humanas verdaderas».

RESILIENCIA Y MITOS SOBRE FRAGILIDAD

RESILIENCIA Y MITOS SOBRE FRAGILIDAD
Fuente: Freepik

Algunas ideas se contraponen al pensamiento habitual y popular. Los mayores no son frágiles por necesidad ante la soledad, manifiesta Fernández. De hecho, tener una soledad no deseada concierne a la población anciana en menor medida que la población joven, lo que a su vez nos muestra su capacidad de resistencia. Envejecer no implica necesariamente el hecho de estar aislado, ya que muchas personas mayores siguen teniendo relaciones significativas y redes de apoyo dignas de protección.

La soledad no deseada en los mayores es un problema donde hay que prestar atención en los ámbitos social y comunitario: el poder llevar a cabo programas de integración, el llegar a tener personas en calidad de voluntarios, o el desarrollar actividades culturales son modos de interceder en una situación de aislamiento. La atención no tiene que ser solo asistencial, sino también preventiva, teniendo en cuenta hacer conexiones que aporten bienestar emocional y permitir a la gente ser protagonistas.

La soledad no deseada no entiende de edad: afecta a la gente joven y también a la gente mayor, aunque lo hace por motivos distintos y a la vez proporciona distintos efectos. Reconocer esto permitiría definir estrategias para potenciar las relaciones significativas y las redes de apoyo. Como sostiene Matilde Fernández, «los mayores no somos tan frágiles como parece», lo que a su vez me permitiría en cada generación recordar que la fragilidad es más un mito social que una circunstancia generacional; solo con la empatía, la comprensión y la aplicación de hechos concretos podremos construir una sociedad más unida y humana.