martes, 21 octubre 2025

Óscar Campillo: «José Luis Rodríguez Zapatero es un idealista, no un iluso»

Tras una larga trayectoria en medios como Diario 16, El Mundo, Marca o Relevo, el periodista Óscar Campillo afronta una nueva etapa profesional fuera del periodismo activo, como socio-director en la consultora de patrocinios Welink.

En esta entrevista para MERCA2.es, Campillo repasa su salida de Relevo, la situación de los medios, el papel de la inteligencia artificial, el legado de José Luis Rodríguez Zapatero y el futuro de la España rural.

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P: ¿Cómo viviste el final del proyecto del digital deportivo Relevo tras solo 3 años de vida?

R: Con mucho pesar, con desolación. Creo que era un proyecto muy bien armado. El grupo Vocento había puesto en marcha un gran grupo de profesionales y en poco tiempo los resultados fueron espectaculares. La implantación fue sólida para un medio de comunicación nuevo y llegamos a ser los cuartos más leídos en el ámbito deportivo, según el medidor GfK.

Teníamos muy buenos datos en todos los soportes. Fuimos líderes en TikTok, muy potentes en Instagram, y primera opción de nuestro género en Twitch. Relevo era un medio de comunicación moderno, que llegaba bien a la generación Z. Entre todos demostramos que era falso que los jóvenes no leyeran piezas largas. Teníamos ítems potentes en sectores no tratados en profundidad en los diarios clásicos, como el deporte femenino, por el que apostamos con convicción desde la redacción y el grupo.

En el periódico teníamos un business plan que se estaba cumpliendo. Pero en un momento dado, por la circunstancias difíciles en el sector, el grupo consideró que tenía que hacer sacrificios, y uno de ellos fue Relevo.

Yo, naturalmente, no estaba de acuerdo. Intenté, e intentamos, llegar a un acuerdo para que el medio pudiera seguir publicándose, y no fue posible. Fue una mala noticia porque tenía marca hecha. Vocento reconoció que era una marca relevante, con posicionamiento muy bueno, pero había otras circunstancias que conllevaron su final.

P: ¿El cese previo del padrino del proyecto Luis Enríquez como CEO de Vocento pudo influir en su abrupto final?

R: No tengo ni idea y no me gusta especular. Es cierto que hay un hecho que es palmario: Enríquez fue un apoyo indiscutible para el proyecto. Apostó por Relevo, se sentía satisfecho con él, tenía una buena comunicación con la redacción, y mostró alegría por sus resultados. Él estaba convencidísimo con el proyecto de Relevo.

P: Dirigir un diario deportivo está muy ligado con el ámbito de la influencia. Antes dirigiste Marca y ha contado tu amigo Alfredo Relaño que en 2016, cuando fuiste cesado, Antonio García Ferreras le dijo a él algo así como que si Florentino Pérez había logrado tu cabeza, también lo haría con la suya en As. ¿Cuánto hay de verdad y de leyenda sobre las presiones de Florentino?

R: Hay algo de leyenda. Pero también es público y notorio que el presidente del Real Madrid es muy celoso de lo que publican los medios deportivos —o no deportivos— e insistente en su pretensión de que se publique lo que él quiere, lo que según él es verdad y lo que cree que es bueno para el Real Madrid.

P: Se dijo que Relevo trabajó en un reportaje sobre aspectos polémicos que rodean al comunicador Josep Pedrerol y fue frenado desde arriba.

R: No es cierto. Nos llegan mil historias… Si es cierto que hubo un momento que se planteó, lo recuerdo vagamente, y se descartó como otras mil cosas más.

P: Pedro J. Ramírez cuenta en su último libro, ‘Por decir la verdad’, que actuaste durante años como una especie de notario entre él y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en sus continuas reuniones en La Moncloa.

R: Estoy leyéndolo, no he llegado a esa parte, pero conozco la historia (ríe). Pedrojota es muy generoso conmigo al situarme como un notario. Es cierto que los tres nos vimos muchas veces: cuando Zapatero se hizo con la secretaría general del PSOE, las relaciones entre el partido y El Mundo eran muy malas por las revelaciones del periódico sobre los GAL, Filesa, y otros casos de corrupción… Yo tenía, y tengo, una relación de amistad con Zapatero. Y, pues bueno, en la medida en que pude, hice una labor entre ambos para limar asperezas. Ambos son tipos muy listos.

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Óscar Campillo ha iniciado una nueva etapa a nivel profesional. Foto: Vocento.

P: ¿Cuál es, en tu opinión, el legado de Zapatero? Porque está la imagen del presidente que tuvo un legado progresista a reivindicar por muchos, el carbonizado por la crisis, el susanista, el sanchista, el que está recibiendo críticas por hacer algunas gestiones diplomáticas…

R: Ha habido muchas miradas desde fuera, polo solo hay un Zapatero, aunque ha cambiado la impresión. Lo conozco desde joven. Siempre se ha distinguido por su fe en el diálogo, con el que cree que puede salvar cualquier situación. Es un hombre idealista, no un iluso. Y trabaja mucho con sus ideales. Es cierto que yo discuto mucho con él y me cuesta entender algunas de sus posturas, como su empeño en salvar todas las cosas y hacer determinadas labores con el Gobierno de Venezuela.

Él también apuesta por tejer relaciones con China, que es un actor clave. Todas las empresas y gobiernos, desde hace muchos años, advierten el aumento de la influencia del poder económico y político asiático. Hace 50 años, Asia no tenía nada que hacer frente a Europa o Estados Unidos. Y ahora ha habido cambios en las placas tectónicas. No tiene sentido no tener relaciones con un gigante como China. Todos lo hacen. Hay un poco de hipocresía sobre el tema: parece que si trabajas con una empresa china está mal, pero ‘todos’ trabajamos con Arabia Saudí y Emiratos Árabes, que no parecen democracias ejemplares.

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Ahora no creo que Zapatero se haya vuelto loco. Yerra en algunos análisis, pero contra él se ha destapado una caza de brujas: todo lo que hace Pedro Sánchez parece que es idea de Zapatero. Y creo que no es así, no tiene capacidad para abarcar tanto.

P: Hace unos meses te incorporaste a Welink. ¿Cómo te sientes en esta nueva etapa?

R: Estoy bastante contento. Fue una decisión difícil. Decidí que, tras 41 años trabajando en los medios de comunicación, era hora de cambiar. Y tenía una relación histórica con esta compañía. Los conocí siendo director de Marca, cuando Unidad Editorial me envió a participar en jornadas de patrocinio… me parecieron gente sensata, seria.

Y creo que, de alguna manera, con todo el bagaje que tengo desde 1984 en el periodismo, puedo ayudar. El periodismo es una forma de vivir que me sigue acompañando. Tengo que hacer esfuerzos para no pensar en ‘modo prensa’, pero aquí estoy contento y aprendiendo hasta el lenguaje, que es diferente al de la prensa.

P: ¿Qué piensas sobre cómo la inteligencia artificial va a impactar en el periodismo?

R: Como todas las nuevas tecnologías tan potentes, es difícil de calcular. Es una ola inmensa, un maremoto que ya está aquí. Y que tenemos que surfear, no enfrentarnos ni quedarnos quietos. La IA encierra posibilidades infinitas y peligros infinitos. Como todo invento trascendental, puede utilizarse a favor de la humanidad y en contra de la humanidad. Habrá quien quiera utilizarla en favor de sus intereses económicos y habrá quien lo haga mirando el interés general.

La IA puede ser muy útil en los medios, si lo hacen con cabeza. Y exigirá regulaciones. La IA también impactará sobre el trabajo humano. Ya lo dije en unas jornadas de hace tres años en Cádiz.

La inteligencia artificial resuelve competencias que ahora desempeñan humanos y obligará a los periodistas a recuperar la esencia: estar en la calle y contar lo que se ve. Se ha abusado mucho de la nota oficial. Para los que se peguen al terreno, la IA le afectará mucho menos, aunque se automaticen procesos.

El talento de una redacción debe estar en menesteres que necesiten talento, en vez de escribir notas sin valor añadido. No creo que a corto plazo la IA pueda sustituir la función de testigo de lo que ocurre.

P: Trabajaste en Diario de León y La Crónica de León, dirigiste Diario 16 en Burgos y El Mundo de Castilla y León… ¿Tiene futuro la prensa regional?

R: Tiene mucho futuro. No sé en qué canal. El papel está en horas bajas, aunque resiste mejor la prensa regional que la estatal. Antes los periódicos nacionales tenían más peso, ahora hay regionales que superan a diarios nacionales en tirada. La prensa de proximidad trata temas que afectan a sus lectores y al territorio sobre el que actúan.

Trabajan ese lazo que seguirá siendo sólido. La prensa regional, por lo general, es más débil ante las presiones del poder, pero está más pegada a la calle, al terreno, y a los intereses domésticos. Ese lazo es poderoso.

P: Como natural del pequeño municipio leonés de La Mata de la Riba, ¿qué opinas sobre la España rural?

R: Ahora nos jugamos el futuro. El mundo no solo puede estar compuesto por grandes metrópolis. Creo que va a haber sitio para ambos mundos. El rural, con la pandemia, se puso un poco de moda. El aislamiento llevó a la reflexión vital a muchas personas. Pero es un movimiento muy lento y hay mucha hipocresía con el tema porque a nuestros ministros y presidentes autonómicos, por norma general, les importa muy poco el tema a pesar de ciertas modas.

Se tienen que garantizar las conexiones por 5G, y servicios ligados a la Educación o la Sanidad. Es cierto que no podemos aspirar a que una comunidad de 50 personas tenga la calidad en algunos servicios de una de 200.000. Pero tiene que haber inversiones para facilitar que la gente viva donde quiera.


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