lunes, 20 octubre 2025

La nómina de los riders de Glovo se convierte en deuda por el pago en efectivo

Se siguen sumando problemas a los contratos de los contratos de los riders de Glovo. La empresa de delivery pensaba que el proceso de contratar a los repartidores autónomos sería suficiente para superar la tensión permanente con las instituciones del gobierno, y con los propios repartidores, una realidad difícil de ignorar hasta ahora cuando el gobierno había decidido convertir al unicornio español en un ejemplo de cómo obligarían a hacer cumplir la controvertida ley rider. Ahora es por los documentos de la nómina a los trabajadores, que muestran una contradicción clave por la opción de pagar en efectivo para los usuarios. 

El problema es que con un pago que ya no depende de su facturación, y demasiado cercano al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España, hay meses en que lo que se resta del pago en efectivo por parte de los usuarios y las deducciones normales que pide la seguridad social algunos repartidores terminan con un valor negativo en sus datos. Es un problema que ha generado la molestia de los repartidores, que además de seguir barajando una huelga en caso de conseguir los apoyos suficientes, también se plantean dejar de recibir pedidos con el pago en efectivo, como ya han decidido no subir escaleras o pedir reasignación en los pedidos demasiado lejanos. 

Publicidad

De momento, los repartidores que han recibido nóminas en esta situación, como la que se adjunta en esta pieza, están buscando apoyo legal para saber cómo proceder. Al mismo tiempo, muchos ya anuncian a los demás su baja voluntaria, mientras otros esperan por un despido que además tome en cuenta su antigüedad en la empresa operando como autónomos a la hora de calcular el finiquito. Es una situación que sigue siendo delicada para unos trabajadores que de momento consideran que la ley rider ha reducido sus opciones de trabajo y de ingresos.

En cualquier caso, para Glovo es otro problema que resolver. Lo cierto es que las condiciones de trabajo de los contratos que han aplicado este año a los riders, diseñados alrededor de un viejo convenio de mensajería escrito en 2006, han creado preocupaciones y molestia entre estos trabajadores. Además, la situación ha puesto en alerta a sindicatos y grupos de defensa de los derechos de los trabajadores, al mismo tiempo no hay una solución aparente en el corto plazo, mientras que los de Oscar Pierre siguen resolviendo sus problemas uno a uno, demasiado lento para el gusto de algunos trabajadores. 

Nomina de Glovo septiembre
Nomina de Glovo septiembre

Pero incluso en esta realidad la empresa sigue adelante. Si bien estos cambios en su modelo de contratación también se han traducido en problemas para los usuarios, retraso en entregas, menos repartidores en algunas zonas para entregar los pedidos, y el hastío de algunos de ellos traducido en problemas en la entrega que acaban con bolsas de McDonalds abandonadas en los felpudos. En esa situación es normal que la lupa siga puesta sobre la empresa, que espera estar más cerca de pasar esta página que hace unos meses, y salir del punto de mira de trabajo. 

LOS RIDERS SE SIENTEN ABANDONADOS POR GLOVO Y LAS INSTITUCIONES

En cualquier caso, el principal problema de la empresa en un futuro inmediato es cómo retener a los repartidores que se sienten abandonados. La situación es tal que algunos de ellos aseguran que el plan es hacerlos renunciar para que Glovo y su empresa matriz, la alemana Delivery Hero, puedan dejar de operar en territorio español sin grandes problemas. De momento no hay pruebas de esto, y la preocupación es cómo mantener a unos repartidores en esta situación operando en la empresa, un reto sin solución clara, sin una mejoría radical de las condiciones de sus contratos.  

Para los repartidores esta molestia se suma a lo que sienten que es una presión del gobierno diseñada para verse bien en la foto, pero no para resolver sus problemas. La promesa reciente de la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de que «todo el peso de la ley» caerá sobre Uber Eats les hace sentir además que se quedan sin opciones. A pesar de sus defectos un alto número de riders sigue considerando que el modelo de autónomos era mejor para ellos, y se sienten atacados por los cambios que se han forzado sobre las plataformas de delivery en España. 

UN FINAL DE AÑO COMPLICADO

Parte del riesgo para Glovo es que se está acercando una de las mejores épocas del año para la facturación de la empresa. Tradicionalmente, el frío, las fiestas y, en menor grado, el retorno del fútbol, sirven para que el invierno sea su mejor temporada durante el año.

Ahora, con riders sin motivación por falta de bonos de facturación y un porcentaje alto de los mismos buscando otras opciones de trabajo, pueden sufrir en una fecha clave. Será interesante ver cómo reacciona el mercado en estas fechas a la situación, y si los usuarios no deciden también buscar otras opciones de delivery mejor adaptadas al caos. 


Publicidad