domingo, 19 octubre 2025

Scope Ratings: invertir en red eléctrica garantiza estabilidad en el futuro 

Para los consumidores, estas inversiones podrían suponer un aumento de las facturas de electricidad de aproximadamente un 20% durante la próxima década

En el último informe de Scope Ratings, firmado por el analista Mikel Zabala,  se plantea la necesidad de invertir en las redes eléctricas en Europa para adaptarlas a los nuevos tiempos, retos climáticos y energéticos. En particular unas redes energéticas renovadas permiten integrar más energías renovables, aumentar la resiliencia del sistema energético (evitando apagones como el del 28 de abril), y la capacidad de adaptación a la demanda creciente de energía eléctrica. 

No obstante, tal y como apunta este análisis, se necesitan grandes cantidades de inversiones en cada país para llevarlo a cabo y varía en función de la situación de cada uno, por ejemplo: Alemania, Países Bajos y Bélgica necesitan mucha más inversión que los países del sur de Europa para modernizar sus redes de transporte de electricidad hasta 2034. Por ello, según apunta Scope Ratings, es clave haber asegurado la mayor parte de los más de 200.000 millones de euros de financiación necesarios.

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En este sentido el análisis apunta a que, por cada euro de activos de red existentes, España e Italia invertirán lo mismo en nuevas infraestructuras de transmisión eléctrica, para hacer frente al crecimiento de la demanda y mejorar la resiliencia a medida que se incorporen más energías renovables.

Por otro lado, Alemania y  Países Bajos gastarán varias veces esa cantidad, entre 4 y 4,5 euros por cada euro de activos existentes. En el caso de Bélgica, la cifra ronda los 2,7 euros. Según Scope Ratings, esta situación es todo un reto, propio de la necesidad de integrar la energía eólica marina, además de apoyar una flota de generación más descentralizada en el interior y gestionar importantes flujos transfronterizos de electricidad, aspectos todos ellos menos relevantes en Italia y España. En definitiva, la inversión que se necesita para el desarrollo de esta infraestructura en el norte de Europa, supone un reto financiero que no se ha superado por completo.  

Scope Ratings: Los clientes podrían enfrentarse a facturas más caras

Los operadores de sistemas de transporte (TSO, por sus siglas en inglés) de Alemania se enfrentan a un déficit de financiación de alrededor de 30.000 millones de euros de una inversión total necesaria de 125.000 millones de euros para 2029, aunque los nuevos incentivos normativos deberían permitir salvar esa diferencia.

Mientras que el TSO de Bélgica ha pre-financiado parcialmente sus necesidades de efectivo de 7.500 millones de euros para 2028. El Gobierno neerlandés dio el paso decisivo de proporcionar garantías que cubren íntegramente las necesidades de inversión de 90.000 millones de euros de su TSO nacional hasta 2034.

Para los consumidores, estas inversiones podrían suponer un aumento de las facturas de electricidad de aproximadamente un 20% durante la próxima década, pero el ahorro potencial en los costes de generación y los servicios auxiliares podría reducir el impacto neto en la factura global a largo plazo.

Sin embargo, el aumento de las facturas es el precio que hay que pagar por una mayor fiabilidad y estabilidad de la red, con un menor riesgo de apagones, lo que también permite la integración de más electricidad intermitente generada por energía eólica y solar en el futuro.

En definitiva, según apunta Scope Ratings, hay una profunda desigualdad en cuanto a la inversión necesaria para la modernización de las redes eléctricas dentro de cada país en Europa. Sumado a que puede suponer a corto plazo una subida en las tarifas para el consumidor, aunque a largo plazo podría garantizar la estabilidad en el sistema, al igual que permitirá la entrada de energía más limpia y renovable. Dando pie al cumplimiento de los nuevos estándares energéticos y climáticos que priman en la actualidad.


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