sábado, 18 octubre 2025

Dr. Iñaki Piñuel (60), Doctor en Psicología: “El bloqueo mental más habitual es el del trauma cero, ese trauma de traición que proviene de quienes más confiábamos.”

- El Dr. Iñaki Piñuel explica cómo el “trauma cero”, o trauma de traición, puede superarse con voluntad, conciencia y amor racional hacia uno mismo.

El Dr. Iñaki Piñuel lo dice sin rodeos: “El trauma de traición es uno de los más devastadores que puede atravesar una persona.”
No se trata de una herida cualquiera, sino de un golpe emocional que descoloca todo lo que uno creía saber del amor, de la confianza y hasta de sí mismo.

El psicólogo, uno de los mayores expertos en trauma relacional en el ámbito hispano, lo llama “trauma cero”: ese que nace cuando el daño no viene de un enemigo, sino de alguien que debía cuidarnos. “Es de los peores —explica— porque no esperamos el mal de quien amamos.”

Publicidad

Cuando la traición llega desde una figura de apego —una pareja, un padre, un maestro, un amigo—, la mente no sabe qué hacer con eso.
“El cerebro no está diseñado para desarrollar una respuesta fácil al daño que proviene de alguien en quien confiamos”, señala.
Y entonces sucede algo tan invisible como real: la mente entra en modo supervivencia. Piñuel lo describe como “un software que baja su rendimiento”: la memoria se bloquea, la atención se dispersa y las capacidades cognitivas se apagan, como si el sistema entero necesitara un reinicio.

Siete claves para reiniciar una mente herida

trauma
El Dr. Iñaki Piñuel describe el trauma cero como el más profundo de los traumas. Fuente: Canva

Aunque el tratamiento profesional es esencial en muchos casos, el Dr. Piñuel propone siete caminos personales que pueden ayudar a quienes buscan sanar. Son, en sus palabras, “llaves” para salir del bloqueo y empezar a recuperar la vida que el trauma robó.

1. Romper la búsqueda obsesiva de seguridad

Tras el golpe, la mente se aferra al control: repite rutinas, evita riesgos, levanta murallas. Pero esa aparente protección acaba siendo una prisión. “Esa búsqueda compulsiva de seguridad —advierte— se convierte en una vida hipotecada. Una vida que ya no se vive, solo sobrevive.”

2. Aceptar las consecuencias inevitables del trauma

Piñuel insiste: el daño no es un fallo personal, es una reacción natural ante una experiencia antinatural. “El hematoma psíquico —dice— es lo que le ocurre a una mente sana frente a un abuso inhumano.” Comprender esto es empezar a liberarse de la culpa.

3. Volver al presente

Sanar desde la voluntad Merca2.es
La voluntad es la herramienta más poderosa para transformar el dolor en crecimiento. Fuente: Canva

El trauma arrastra a la víctima hacia un vaivén constante entre el pasado (los recuerdos) y el futuro (el miedo). Para salir de esa “máquina del tiempo”, el psicólogo aconseja volver al ahora: sentir los pies, el aire, los sonidos. “El único instante donde realmente vivimos es este”, repite. La meditación, la respiración o el simple acto de notar el cuerpo pueden ser anclas poderosas.

4. Enfrentar las adicciones con inteligencia

Las adicciones —a sustancias, pantallas o incluso personas— son, muchas veces, refugios para no sentir. “No hay ninguna adicción que no tenga un contenido traumático en su origen”, explica. El reto está en buscar alivios que no destruyan lo que queda en pie: la salud, la libertad, la esperanza.

5. Llegar al fondo de la tristeza

Bajo la rabia y la culpa se esconde el dolor más profundo. “La ira es el antidepresivo más barato”, ironiza Piñuel. Pero solo cuando uno se atreve a llorar lo perdido y nombrar la tristeza empieza la verdadera sanación. “Tras ese duelo —asegura— llega una liberación formidable.”

6. Aceptar las recaídas

Trauma cero explicado Merca2.es
Sanar el trauma implica volver al presente y reconectar con uno mismo. Fuente: Canva

Nadie sale de una relación tóxica a la primera. Piñuel calcula que hacen falta entre siete y nueve intentos para romper definitivamente con un vínculo psicopático. “Caerse está permitido, levantarse es obligatorio”, dice con firmeza. Lo importante no es la perfección, sino la persistencia.

7. Detectar los guiones tóxicos

El trauma cero reescribe la mente con frases invisibles que cambian la percepción de uno mismo, de los demás y del futuro. Nos hace pensar “no valgo”, “nadie es de fiar”, “todo irá mal”. “Nos convierte en pesimistas existenciales”, advierte el psicólogo. Salir de ahí requiere reprogramar la mente desde la voluntad, aplicando amor racional hacia uno mismo.

La voluntad: ese interruptor que vuelve a encender la vida

YouTube video

Para Piñuel, la voluntad no es una idea romántica, sino una fuerza biológica y espiritual capaz de reconfigurar la mente. “La voluntad —dice— es el amor en acción: elegir lo que nos hace bien y poner toda la energía en conseguirlo.”

Su mensaje final es una mezcla de realismo y esperanza: el trauma no te destruye, te transforma. No se trata de olvidar lo vivido, sino de aprender a habitarlo de otra forma.
Y, en ese proceso, entender algo esencial: incluso después de la traición, la vida sigue siendo digna de ser vivida.


Publicidad