Gema López ha dejado sin palabras al público de Espejo Público tras detener el programa en directo para lanzar una auténtica bomba informativa sobre Irene Rosales, exmujer de Kiko Rivera. La periodista, conocida por su rigor y su prudencia a la hora de confirmar datos, interrumpió el ritmo habitual del magacín matinal para revelar un detalle que nadie esperaba. Su intervención, que rápidamente se convirtió en tendencia en redes sociales, ha abierto un nuevo capítulo en la historia sentimental de la sevillana y ha generado un gran revuelo en el entorno del clan Pantoja.
1Gema López corta ‘Espejo Público’

Durante el debate en plató, Gema López tomó la palabra para poner orden en el aluvión de especulaciones que se habían vertido en los últimos días sobre la nueva relación de Irene Rosales. Con gesto serio y un tono medido, la periodista confirmó que Irene y Guillermo, un empresario sevillano, se conocieron en 2020, mucho antes de que se anunciara la separación de la excolaboradora de televisión y el hijo de Isabel Pantoja. Esta revelación, inesperada y directa, ha sacudido por completo la narrativa que hasta ahora se manejaba sobre el inicio del nuevo romance. “Hace ya más de cinco años que se conocieron”, aseguró López, aportando así una cronología que contradice lo que otras fuentes venían insinuando.
Según su explicación, aquel primer contacto entre Irene y Guillermo no fue casual. Él dirigía una empresa dedicada a la instalación de césped artificial, y Gema coincidió con él en esas fechas precisamente por motivos profesionales. En aquel contexto, añadió la periodista, Guillermo habría mostrado ya interés por Irene, algo que con el paso del tiempo se habría transformado en una relación más profunda. “En ese año, cuando Kiko e Irene atravesaban una crisis de pareja, se hace la primera fotografía conocida de ambos juntos”, añadió la colaboradora, dejando claro que los indicios de cercanía venían de atrás.
La intervención de Gema López no solo aportó un dato nuevo, sino que alteró por completo la cronología emocional de Irene Rosales, quien hasta ahora había sido retratada como una mujer discreta que se limitaba a rehacer su vida tras el desgaste de su matrimonio. Su testimonio ha sido interpretado por muchos como un golpe de autoridad periodística, dado que se trata de una información que la periodista habría contrastado personalmente. Además, el modo en que interrumpió el programa —con una frase que dejó a sus compañeros en silencio— dio aún más peso al momento. “Dejadme un segundo, porque lo que voy a contar cambia todo”, dijo antes de exponer su información.