Cuando jugar rejuvenece: el poder de los videojuegos en la tercera edad

Un estudio revela que los adultos mayores están adoptando el gaming como terapia, entretenimiento y espacio social

Cuando jugar rejuvenece: el poder de los videojuegos en la tercera edad

Cada vez son más visibles los rostros de quienes rompen estereotipos, animándose a jugar: personas de edad avanzada que dedican horas a los videojuegos. Al hilo de un mundo en el que los videojuegos se asocian con la juventud, aparece una valiosa realidad: los gamers de la tercera edad se sumergen con pasión ante unos prejuicios que parecen inquebrantables. Aquellos que durante varias décadas habían vivido sin pantallas interactivas reivindican un espacio en el mismo mundo en el que juegan.

JUGAR COMO EJERCICIO MENTAL

Cuando jugar rejuvenece: el poder de los videojuegos en la tercera edad
Fuente: Freepik

Cuando una persona mayor pone en marcha una consola o arranca un videojuego en un móvil, no busca, simplemente, pasar el tiempo. El mismo gesto sería la excusa para hacer que la mente desarrolle cosas nuevas, para saciar la curiosidad, para intentar encontrar nuevamente un sentido en un mundo cambiante. Muchos estudios recientes afirman que los videojuegos —sobre todo los que consideran que la destreza, el control, la estrategia, la coordinación son los elementos que debe implementar— pueden ser beneficiosos para la memoria, la atención, la plasticidad de un cerebro.

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Una inteligencia artificial está empezando a ser incorporada como asistente adaptativo para hacer de esa experiencia un proceso más creciente. Pero no sólo se trata del «ejercicio del cerebro»: jugar también proporciona el sentido de la vida, la conexión con los otros y el punto de apoyo. Un juego en línea permite a alguien de 70 años entrar en conversación o en pleito en torno a la risa, a la derrota o a la grandeza de jugar con personas de mucho menor peso.

El puente intergeneracional que algunas pantallas permiten derrumba los prejuicios a los que los abuelos y los nietos llevan años sometidos: abuelos y nietos pueden hablar a través de sus pantallas de esos juegos, pueden ayudar a las manos para hacérselos unos a los otros, pueden retarse. La comunidad virtual, entonces, se convierte en tanto lugar de conexión como en lugar de inclusión emocional.

Hay, adicionalmente, proyectos que combinan tecnología, videojuegos y socialización entre generaciones: proyectos como juegos basados en la ubicación para conectar a personas mayores y jóvenes, o el uso de la realidad aumentada para explorar un entorno digital y físico acompañadas de otros.

RETOS, ADAPTACIONES Y UN CAMINO HACIA LA INCLUSIÓN

RETOS, ADAPTACIONES Y UN CAMINO HACIA LA INCLUSIÓN
Fuente: Freepik

El hecho de que la práctica del juego esté más extendido entre las personas mayores no significa que el acceso a los videojuegos, el entorno de los videojuegos y la misma práctica del juego sean fáciles o que el entorno del videojuego les reciba a pie juntillas. Uno de los obstáculos más importantes radica fundamentalmente en el diseño de los videojuegos, que a menudo se reducen a menús pequeños, controles complejos, interfaces poco intuitivas o retos complejos requieren ciertas dosis de experiencia.

Este mismo lenguaje del videojuego, dirigido por una Inteligencia Artificial (IA) que explota grandes efectos en los juegos, puede servir también como una vía de apoyo para suavizar las barreras de usabilidad para los mayores. Por esta razón, la invisibilidad en el propio sector no es ajena: los mayores suelen caer en el olvido en la publicidad, en el diseño de contenidos, en las políticas de marketing. La imagen no es infrecuente: una persona de sesenta años al entrar en un foro de videojuego lleno de adolescentes siente su extrañeza, o, simplemente, las compañías no consideran su perfil de consumidor relevante.

Otro de los retos más destacados está relacionado con el acceso inicial; en muchas ocasiones, las personas mayores requieren ser acompañadas, guiadas, animadas a la práctica de videojuegos, para instalar un juego, configurar controles o aprender mecánicas. Si bien en este entorno emergen los papeles significativos que podrían dar los familiares, el voluntariado, las organizaciones o las iniciativas comunitarias, algunos proyectos de alfabetización digital que dotan de jóvenes y mayores como pares han demostrado que jugar juntos es una de las mejores formas para alcanzarla.