Los datos de AENA siguen apuntando a un momento dulce para los aeropuertos españoles. La empresa aeroportuaria ha celebrado que se ha vuelto a romper el récord de turistas del mes que acaba de terminar, pero tanto ellos como los analistas tanto de CIMD Intermoney empiezan a ver señales de moderación en el turismo. Además, la predicción es ya de un buen invierno, pero no de uno de récords, mostrando que empiezan a frenar de forma ligera, con el final del rebote pospandemia y el aumento de la inflación global, empezando a tener un efecto directo en el número de viajeros.
Aun así, no tienen mucho sobre lo que preocuparse. La empresa ha registrado 30,4 millones de pasajeros en septiembre y un aumento de 2,9% en los pasajeros de los primeros 9 meses del año en comparación al mismo periodo del año anterior. Incluso si en efecto dejan de romper récords, el nuevo boom del turismo aún se sostiene e incluso si empieza a moderarse el crecimiento, se sigue esperando que aumenten los viajeros de forma paulatina en los próximos años, en particular en ciudades como Madrid o Barcelona. No son datos negativos, por el contrario, dan espacio para que se apueste por la empresa en el corto plazo.
De hecho, eso dicen los analistas de Intermoney, que siguen dando por sentado que la empresa está valorada por debajo de lo correcto, con un precio objetivo de 24 euros, mientras que las acciones se cotizan hoy en 22,9 euros. Se da por sentado que el crecimiento se mantendrá en el cuarto trimestre, que esperan que sea algo mejor que el mismo periodo, apostando por qué el crecimiento será cercano al 4% en el tercer trimestre cuando se presenten los resultados de AENA el 23 de octubre. En cualquier caso no es un detalle menor, aunque habrá que seguir de cerca los datos del último trimestre para saber si se mantiene la tendencia a la moderación.
Se suma, por supuesto, que estos datos también ponen en buena posición a las aerolíneas para el cierre del año. Si los aeropuertos españoles siguen mejorando sus datos, también las aerolíneas locales lo harán, es una buena noticia empujada sobre todo por los viajeros extranjeros, que a pesar de la creciente ‘turismofobia’ en algunos sectores, y del esfuerzo de las diferentes Comunidades Autónomas de regular algunas opciones como Airbnb, es evidente que los viajes se han vuelto parte de la rutina anual de un alto porcentaje de los ciudadanos.
AENA PUEDE CONTAR CON UN BUEN 2026
La mejor noticia para AENA es que a pesar de la predicción de moderación por parte de los analistas, la apuesta es que el turismo español siga creciendo, solo que más lento. A menos que haya una situación inflacionaria peor que la actual, o bien que estalle alguna crisis geopolítica que complique el funcionamiento normal de las líneas aéreas y espante a los turistas, tensiones reales de las que avisan los expertos, pero que son complicadas de predecir con exactitud.
De lo contrario, se espera un aumento interanual de alrededor de 3%, aunque por supuesto es muy pronto para dar por firme esta predicción. De momento, los datos de septiembre se traducen ya en una mejora del EBITDA hasta los 2.882 millones de euros, es decir, 8% más que el año pasado. Esto a pesar de las tensiones con líneas aéreas populares como Ryanair, y la predicción de los analistas de Intermoney es que la tendencia a mejorar el dato se mantendrá entre 5 y 7% hasta 2027. Es un buen dato, que habla de un crecimiento sostenido, aunque no tan explosivo como fue la reapertura de 2022.
EL PULSO CON RYANAIR NO AFECTA A AENA
En cualquier caso, los datos de AENA muestran que la empresa aeroportuaria no tiene motivos para dar el brazo a torcer en su duelo particular con la irlandesa Ryanair. Lo cierto es que a pesar de la salida de la low cost de algunos aeropuertos españoles por las tarifas, los datos de los mismos hablan de que se mantiene un alto número de turistas, y que no necesitan preocuparse demasiado por la decisión irlandesa. Se suma, por supuesto, que algunas aerolíneas españolas ya mueven ficha para ocupar estas rutas.

Es una buena noticia, que además da algo de espacio de maniobra políticamente al ministerio de transporte y movilidad sostenible en esta situación. Será clave ver si la propia Ryanair, en el centro de varias controversias, mueve alguna ficha o si, por el contrario, decide mantener la presión. Viendo los datos es complicado imaginar que tengan demasiadas herramientas para generar preocupación a la empresa aeroportuaria, pero sigue siendo un problema para las zonas de España que pierden conexiones.