Lydia Lozano ha sorprendido a sus seguidores al revelar por primera vez el verdadero motivo de su ausencia en televisión, un asunto profundamente personal que la ha mantenido alejada de los focos durante las últimas semanas. La periodista ha confesado que su marido, Charly, ha tenido que someterse a una delicada operación de espalda, un problema de salud que venía arrastrando desde hace tiempo y que, finalmente, requirió una intervención de urgencia. La colaboradora de ¡De viernes!, visiblemente emocionada, quiso explicar en directo el motivo por el que no había podido acudir al programa, y lo hizo entre lágrimas, mostrando un lado más íntimo y humano que pocas veces deja ver ante las cámaras.
1Última hora sobre Lydia lozano y su marido

Durante la última emisión del espacio que presentan Santi Acosta y Bea Archidona, los compañeros de Lydia quisieron conectar con ella para conocer cómo se encontraba su marido y cómo estaba afrontando esta situación. Fue entonces cuando la periodista, con la voz entrecortada, confesó que llevaban meses muy complicados debido a los problemas de espalda de Charly. “Después de varios meses, que hemos tenido una serie de complicaciones con la espalda de Charly, el martes le operaron de urgencia”, explicó con dificultad, haciendo una breve pausa para recomponerse. Su tono emocionado y su sinceridad conmovieron tanto al público como al equipo del programa, que no dudaron en enviarle mensajes de cariño y apoyo en directo.
La colaboradora contó que la intervención se había realizado hace unos días y que, aunque la operación salió bien, su marido todavía se encuentra ingresado. “Sigue en el hospital. Todo ha salido bien, pero queda mucho tiempo y ha tenido muchos problemas con la espalda. Menos mal que llegamos a tiempo. Ha sido duro, unos meses muy duros”, relató, dejando entrever el sufrimiento acumulado durante todo este proceso. Lydia explicó que la operación era inevitable y que los médicos habían insistido en intervenir cuanto antes para evitar que el problema se agravara. Por eso, cuando finalmente llegó el momento, decidió centrarse por completo en acompañar a su pareja, dejando a un lado su actividad profesional y su vida pública.
Desde entonces, la periodista ha permanecido prácticamente instalada en el hospital, acompañando a Charly en cada paso del proceso postoperatorio. La intervención, según explicó, ha sido más compleja de lo que esperaban y le ha dejado una cicatriz de 30 centímetros, un detalle que la colaboradora mencionó conmovida, consciente del difícil camino que aún queda por recorrer. “A partir de ahora le esperan meses muy duros de rehabilitación”, afirmó con tristeza, pero también con esperanza. Su prioridad, dijo, es que su marido recupere la movilidad y la estabilidad necesarias para volver a su vida normal, aunque sabe que el proceso será largo y requerirá paciencia y dedicación.