En España, las personas que superan el umbral de 50 años en situación de desempleo se encuentran con uno de los panoramas más complicados del futuro mercado laboral. Muchos de estos trabajadores son personas con décadas de experiencia, pero al mismo tiempo son quienes soportan el peso de una terrible realidad: el desempleo de larga duración, una limitación en las oportunidades y la incertidumbre ante una cada vez más lejana jubilación. Por ello, las ayudas para este colectivo suponen no solo un alivio, sino un reconocimiento a una vida de trabajo. .
1UN SUBSIDIO QUE COTIZA PARA LA JUBILACION

El subsidio para parados mayores de 52 años ha pasado a ser una tabla de salvación para quienes han quedado fuera del mercado laboral. Es una asignación económica que alcanza hasta los 480 euros mensuales (el 80% del IPREM) y va dirigida a las personas desempleadas que han agotado la prestación contributiva y que, además, cumplen a futuro una serie de requisitos de cotización. No es una prestación cualquiera, es una ayuda que tiene la ventaja de que, cotiza para la jubilación, algo muy importante para no ver mermada la pensión futura.
El SEPE explica que para poder determinar la cotización se tomará como base el 125% de la base mínima del Régimen General de la Seguridad Social vigente en cada momento. Eso significa que aunque la persona no trabaje, sigue acumulando derechos de cotización, lo que le permitirá llegar a la jubilación con un nivel de pensión más digno. Pocas ayudas tienen este impacto directo en el futuro de la persona beneficiaria. El acceso a este subsidio tiene como principal requisito haber cotizado al menos seis años a lo largo de la vida laboral y estar en situación de desempleo.