Mar Flores vuelve a estar en el centro de la polémica tras la publicación de sus memorias, un libro que ha generado titulares por la crudeza de sus confesiones y las reacciones que ha despertado entre las personas mencionadas en él. La modelo y empresaria ha querido narrar con detalle los momentos más determinantes de su vida, desde su meteórica carrera en la moda hasta las relaciones sentimentales que marcaron su trayectoria pública. Sin embargo, uno de los capítulos más delicados de la obra ha sido, sin duda, el que dedica a su hijo mayor, Carlo Costanzia, fruto de su relación con el empresario italiano Carlo Costanzia di Costigliole. En esas páginas, Mar aborda cómo vivió el ingreso en prisión de su hijo y, sobre todo, cómo decidió afrontarlo.
3Alejandra Rubio apoya a Carlo Costanzia

Las palabras de Alejandra Rubio contrastaron con las declaraciones que Carlo ofreció en Telecinco, donde se mostró más contundente al hablar de su madre y del papel que jugó durante su rehabilitación. En el mismo programa, el joven aseguró que fue él quien luchó para dejar atrás sus adicciones y que su madre no formó parte activa de ese proceso. “El único que ha salido de las drogas he sido yo, al único que le tengo que dar las gracias por salir es a mí mismo. Ellos me han dado la facilidad económica y los remedios para poder salvarme. Los que venían a terapia conmigo eran mi padre y Javier, mi madre no quiso por sus motivos”, afirmó, en una frase que ha provocado una nueva ola de comentarios en redes sociales y medios de comunicación.
Mientras tanto, Mar Flores mantiene silencio tras las declaraciones de su hijo, aunque quienes la conocen aseguran que está dolida por la manera en la que se ha interpretado su libro. Fuentes cercanas a su entorno, citadas por Merca2, aseguran que la modelo no escribió esas memorias con intención de herir a nadie, sino de hacer un ejercicio de sinceridad y cerrar etapas. En ellas no solo aborda la relación con Carlo, sino también los momentos más duros de su carrera, los romances que marcaron su vida y los sacrificios personales que tuvo que hacer para mantenerse en pie en un entorno competitivo y exigente.
Así, lo que pretendía ser un relato íntimo y liberador se ha convertido en el origen de una nueva tormenta mediática que enfrenta dos versiones opuestas de una misma historia: la de una madre que dice haber respetado la voluntad de su hijo, y la de un hijo que asegura que nunca pidió ese distanciamiento. Entre ambas posturas, la opinión pública se divide, mientras Mar Flores sigue fiel a su discreción y Carlo Costanzia intenta, por fin, dejar atrás los fantasmas del pasado y mirar hacia un futuro en el que las heridas familiares puedan, algún día, cicatrizar.