España da un paso significativo en el ámbito de la salud con la regulación del cannabis medicinal. El nuevo Real Decreto permite su uso en fórmulas magistrales individualizadas, elaboradas por farmacéuticos hospitalarios, para pacientes que no encuentran alivio en tratamientos convencionales. Se trata de una apertura prudente y controlada, que sitúa al país entre los que adoptan un enfoque terapéutico responsable frente a esta sustancia.
Aunque el consumo recreativo sigue siendo ilegal y sancionado, el cannabis medicinal ofrece nuevas oportunidades de alivio a quienes sufren de condiciones que antes carecían de alternativas efectivas. La clave está en la personalización del tratamiento y en la supervisión médica rigurosa.
2Cannabis medicinal: Usos, beneficios y precauciones científicas

El cannabis medicinal tiene un historial largo y creciente de evidencias sobre su eficacia. Estudios y centros de referencia, como la Clínica Mayo, destacan su utilidad en afecciones como glaucoma, espasticidad, dolor neuropático, náuseas inducidas por quimioterapia y convulsiones. Además, el consumo controlado de cannabis medicinal contribuye a mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónicas difíciles de tratar.
Sin embargo, como cualquier medicamento, implica riesgos. Entre los efectos secundarios más frecuentes se encuentran mareos, somnolencia, sequedad de boca y ojos, fatiga y alteraciones cognitivas. Menos comunes pero relevantes son náuseas, alucinaciones, taquicardia o aumento del apetito. La supervisión médica es imprescindible, especialmente en personas con trastornos psiquiátricos o problemas cardiovasculares, y se debe tener precaución con posibles interacciones con otros fármacos y alcohol.