En un manifiesto sobre el poder que puede llegar a tener el valor de emprender de las mujeres en nuestro país, sobre todo en las mujeres que superan la barrera de los 50 años. Lejos de ver en la edad un obstáculo, las fundadoras la reivindican como una ventaja competitiva y un punto de inflexión en el que la madurez, la experiencia y la claridad de la intención se deben considerar como los mejores compañeros para innovar.
1LA EDAD COMO VENTAJA DE PROPOSITO Y RESILIENCIA

En el ámbito del emprendimiento, en el que la juventud se identifica con la idea de éxito, las mujeres de más de 50 años van a demostrar que la experiencia es el nuevo impulso de la innovación. Isabel Portero, la fundadora de la nueva empresa Biohope, se refirió entonces a la fundamental importancia de la resiliencia: ese músculo invisible que solo se desarrolla con el paso del tiempo. La resiliencia no es hacer de la resistencia su concepto, sino más bien emprender y volver a concebir también los golpes de la vida.
Cada fracaso aporta un aprendizaje que solo puede cosechar quien ha vivido intensamente.
Eva García, con su característico entusiasmo, subrayó cómo las mujeres de esta edad no vuelven a emprender, sino que aprovechan un conocimiento que los demás todavía están iniciando. Las mujeres de esta generación no buscan rentabilidad, sino sentido, una «motivación trascendental» que tiene que ver con el deseo de que algo nuevo realmente valga la pena y aporte. No se trata de hacer una buena idea, sino de dejar un legado.