El último informe de Goldman Sachs apunta a que Solaria está entrando en una nueva etapa, ya que la energética ha logrado durante el segundo trimestre aportar hasta 270 MW y está construyendo 1,1 GW más, que estarán a finales de este año o principios del que viene. A esto se le añade otros 1 GW con permisos ya concedidos, para ponerse en marcha en los próximos 2 años.
Esto supone un punto y aparte en la trayectoria de la energética, ya que en los últimos años sufrió varios problemas derivados de un atasco estructural del sistema eléctrico español, especialmente entre 2023 y 2024:
- Retrasos en las conexiones a la red eléctrica: Aunque Solaria tuviera proyectos terminados, no podía ponerlos en marcha porque no tenía conexión disponible con la red, ya que la empresa se vio afectada por una normativa española, donde los proyectos solares que no hayan obtenido la financiación completa disponen de dos años para conseguirla. Sin embargo durante ese periodo, los proyectos ya financiados como era el caso de Solaria, no podían conectarse a la red. Esto se traduce en una pérdida de producción e ingresos.
- Ejecución más lenta de lo esperado: Múltiples proyectos acumulaban permisos, retrasando la construcción y puesta en operación.
- Desconfianza del mercado: Al no cumplir con sus plazos de expansión esperados, las previsiones de los analistas bajaron y la acción perdió atractivo.
Solaria apuesta por las baterías
Ahora que Solaria ha logrado conectarse y reanudar sus proyectos, Goldman Sachs espera que en los próximos 3 años se triplique la base de activos, multiplicando también por tres sus beneficios subyacentes. Un enfoque más optimista, que eleva el precio objetivo a 15 euros por acción para los próximos 12 meses.
Aunque siguen manteniendo la recomendación en Neutral, ya que continúa con una deuda elevada (6 veces su EBITDA estimado en 2026), lo que se traduce en una previsión de un flujo de caja negativo que limita su flexibilidad financiera. A estos riesgos se le añade la necesidad de la firma de contratos de ventas de largo plazo para reducir el riesgo, y la incertidumbre regulatoria y los cambios en los tipos de interés.

Aún así, las previsiones financieras que establece Goldman Sachs apuntan a que Solaria verá su EBITDA incrementada en un 13% anual entre 2025 y 2028, con un beneficio neto que subirá un 36% anual en el mismo periodo. Por otro lado, el informe prevé que la energética aumentará su capacidad pasando de 1,7 GW en 2024 a 4,6 y 5,3 GW en 2028 y 2029, respectivamente.
La estrategia de Solaría para su recuperación en el medio plazo pasa también por apostar en las baterías como una nueva oportunidad en el mercado, debido a que tiene permisos para instalar 6,2 GWh de almacenamiento, que podría aumentar sus beneficios un 25% hacia 2030. Sumado a la energética se le abre otro escenario: la entrada en los data centers, ya que en España hay más de 20GW en solicitudes de conexión. En este aspecto, Goldman Sachs ve una oportunidad en que Solaria monetizara 1,2 GW, firmando contratos de suministro a largo plazo. De esta manera la energética reduciría su exposición al mercado eléctrico mayorista y garantizar una estabilidad de ingresos.
En definitiva, aunque Goldman Sachs haya elevado las expectativas de crecimiento de Solaría, apunta que el CMD del 17 de noviembre será un catalizador clave que podría influir en la cotización, ya que se espera que la empresa actualice sus objetivos financieros y estrategia.