La relación entre las personas y sus animales de compañía atraviesa una transformación sin precedentes. En los últimos años, la tecnología para mascotas o pet tech ha pasado de ser una curiosidad de nicho a consolidarse como una de las industrias más prometedoras del continente europeo.
La combinación de avances en inteligencia artificial, el auge del comercio digital y un cambio cultural hacia el bienestar animal están impulsando una auténtica revolución que afecta tanto a la economía como a la vida cotidiana de millones de hogares.
El mercado europeo de la tecnología para mascotas o pet tech no solo refleja una nueva manera de entender el cuidado animal, sino que también se ha convertido en un motor económico de gran peso.
Según el Europe Pet Tech Market Report 2025–2034 de Expert Market Research, este sector crecerá a una tasa anual del 20,7% durante la próxima década, un ritmo que lo situará por delante de otros ámbitos tecnológicos emergentes.
El informe apunta además que la rápida adopción de dispositivos inteligentes, plataformas de telemedicina y herramientas de análisis de datos está reconfigurando el mapa de la industria del bienestar animal en Europa.
Las mascotas, todo un mercado en plena expansión
La tendencia no surge de la nada. En 2024, el valor del mercado europeo de dispositivos inteligentes para mascotas se aproximó a los 980 millones de euros, según un análisis de MetaTech Insights.
La consultora prevé que el crecimiento continúe a doble dígito en los próximos años, impulsado por la alta penetración de los wearables de actividad, los sistemas de geolocalización y los comederos automáticos.
Estos productos, que antes se asociaban a la comodidad o al entretenimiento, se han convertido en una extensión natural del vínculo entre las personas y sus animales.
Los hogares europeos no solo buscan comodidad, sino también control, prevención y bienestar integral. Collares que miden la frecuencia cardiaca, cámaras que permiten observar al animal en tiempo real o aplicaciones que alertan sobre anomalías en el comportamiento forman parte de un ecosistema digital que redefine la tenencia responsable.

En este contexto, la tecnología para mascotas o pet tech se presenta como un puente entre la ciencia del dato y la empatía humana.
Alimentación inteligente como un motor económico
La alimentación continúa siendo el corazón financiero de la industria. La Federación Europea de la Industria de Alimentos para Mascotas (FEDIAF) estima que el gasto en comida para perros y gatos alcanzó los 29.200 millones de euros en 2024, con una producción cercana a los 9,1 millones de toneladas. Este volumen refleja no solo la importancia del sector, sino también el potencial que tiene la digitalización de la nutrición animal.
Integrar datos sobre edad, peso o actividad física en sistemas inteligentes permite formular dietas personalizadas que mejoran la salud y reducen los problemas asociados a la sobrealimentación.
En la Península Ibérica, el Barómetro de Hábitos de Pet Parents en España y Portugal 2025, elaborado por Interempresas, muestra que los hogares con perro destinan una media de 66 euros mensuales a la comida de sus animales, aproximadamente el 40% del gasto total, que asciende a unos 165 euros por mascota.
El resto se reparte entre veterinarios, higiene, ocio y dispositivos tecnológicos. Según Euromonitor International, el mercado español de productos y servicios para mascotas superará los 4.000 millones de euros en 2026, sostenido por la demanda de artículos premium, sostenibles y funcionales.
Innovación made in Spain
España está consolidando un papel relevante dentro de la nueva ola tecnológica del cuidado animal. Startups como Kibus Petcare son un ejemplo de cómo la innovación local puede escalar a nivel internacional. La compañía nació con un dispositivo de cocina inteligente para perros y ha evolucionado hacia un modelo que combina datos de salud y actividad con recomendaciones nutricionales dinámicas.
Su CEO y cofundador, Albert Icart, afirma que “la tecnología aplicada a las mascotas ya no se percibe como un lujo, sino como una herramienta esencial para facilitar la vida de los cuidadores y garantizar un bienestar preventivo”.
El auge de empresas como ésta refleja un cambio profundo en la manera de invertir en bienestar animal. Los fondos especializados en biotecnología y salud digital han comenzado a destinar partidas significativas al desarrollo de soluciones basadas en la tecnología para mascotas o pet tech, tanto por su potencial económico como por su impacto social.
El sector, además, se alinea con las estrategias europeas de economía verde y digitalización, dos pilares clave del crecimiento continental.
Inteligencia artificial y bienestar predictivo
El siguiente paso del sector pasa por la integración de la inteligencia artificial y los sistemas de hogar inteligente. Los analistas prevén que, de aquí a 2026, los dispositivos domésticos conectados, como los asistentes de voz o los sensores ambientales, se coordinarán con herramientas de monitorización animal para crear entornos de bienestar personalizados.
Al mismo tiempo, la expansión de la telemedicina veterinaria permitirá ofrecer diagnósticos remotos, reduciendo desplazamientos y optimizando los recursos sanitarios.