jueves, 9 octubre 2025

‘Aprender de los jóvenes también me rejuvenece’: Henry, mentora y voluntaria

¿Qué podemos aprender de las personas mayores? propone precisamente eso: parar, afinar el oído. En el diálogo entre Henry, mujer mayor que ha dado con un nuevo sentido de su vida desde el voluntariado, y Ruger, joven, curioso y respetuoso, surge una reflexión muy profunda acerca del valor del saber y de la experiencia de las personas mayores.

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EL TIEMPO COMO MAESTRO SILENCIOSO

EL TIEMPO COMO MAESTRO SILENCIOSO
Fuente: FREEPIK

Al escuchar a Henry se hace evidente que la vida no se mide en los años que se viven, sino en las miradas que uno ha ido acumulando. Henry explica que, tras pasar años en una multinacional, decidió volcar toda su energía en el voluntariado Y aprender. Allí, entre las historias ajenas, entre geografías no cotidianas, encontró algo que su propia carrera no le había proporcionado: una buena dosis de sentido. «No se trata de tener un título, sino de tener algo que ofrecer», afirma con calma. Sus palabras suenan como un recordatorio de que el aprendizaje no caduca.

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Ruger, desde su juventud, confiesa que muchas veces, entre los jóvenes de su generación, se tiende a caer en el error de minusvalorar a los mayores. En su microcosmos, la rapidez tecnológica y la obsesión por lo novedoso marcan la pauta. Pero hablando con Henry llega a darse cuenta que la experiencia es una brújula que puede salvar de muchos tropiezos. Lo que para él eran simples consejos empieza a percibirlo como saber contrastado por la vida. La conversación también aborda la soledad en la vejez, una realidad a la que Henry no rehuye.

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